Al filo de las 22:25 horas de este lunes, una ballena de la parte elevada de la Línea 12 del Metro, ubicada entre Olivos y Tezonco, se desplomó y con ella, al menos dos vagones del tren que circulaba en ese momento,  y en donde resultaron alrededor de 70 heridos y alrededor de 18 muertos.

“La Línea 12 murió”, fue la reacción de decenas de personas que se apostaron a la altura de la estación Olivos, de la “Línea Dorada”, que construyó el entonces jefe de gobierno Marcelo Ebrard Casaubon, y que personas ahí cercanas señalaron que apenas se escuchó un estruendo y en menos de un minuto cayó la estructura.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informo, en su cuenta en Twitter, que con motivo de los hechos ocurridos en la Línea 12 del Metro CDMX en la alcaldía Tláhuac, “personal ministerial, peritos y células de atención a víctimas se dirigen al punto”.

A las 00:08 horas, Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que una trabe se venció, pero que se hará el peritaje e investigaciones necesarias para determinar lo que pasó, aunque reveló que el año pasado se llevó a cabo una revisión de la Línea, sin que diera pormenores del resultado de la misma.

Indicó que se montó un centro de mando para recabar y dar la información a los familiares de las personas heridas que fueron trasladados a diversos hospitales como el Xoco, Magdalena de las Salinas, Belisario Domínguez y el de Balbuena, y de quienes fallecieron; en tanto que unas 35 personas se habrían retirado por su propio pie.

Señaló que no se retiraría del lugar hasta que no se hubiera rescatado a todas las personas; en tanto, informó que una grúa estaba por arribar a la zona para, por lo menos sujetar los vagones, tratar de apuntalar la estructura para evitar que siguiera colapsándose.

En tanto, habitantes y trabajadores de la zona aseguraron que “la situación se veía venir, no se sabía cuándo, cómo o a qué hora”.

Y es que, recordaron quienes habitan en las inmediaciones, que desde que inició la construcción de esta línea se opusieron a ello y que se observó la deficiencia de la construcción en 2014; y que en total tuvo un costo de 26 mil millones de pesos.

Cerca de las 22:50 horas, se aseguró que la jefa de gobierno ya se dirigía al lugar; sin embargo, ni en sus redes sociales ni en las del Sistema de Transporte Colectivo Metro, que encabeza Florencia Serranía, se había informado sobre el hecho.

Pasadas las 23:00 horas empezaron a llegar elementos de Seguridad Pública, Bomberos, ERUM y Protección Civil para hacer tres acordonamientos ante la posibilidad de que la estructura siguiera colapsando y antes de las 00:00 horas llegaron más 50 elementos de la Guardia Nacional, y se activó el Plan DN-III E.

Apenas a las 23:16 horas, el STC emitió en Twitter un aviso, señalando que “derivado del incidente en la estación Olivos, Línea 12 no ofrece servicio. Equipos de emergencia de la @SGIRPC_CDMX y @CNPC_MX atienden la situación. Evita la zona #MovilidadCDMX”.

Lo que sí, es que personal de las clínicas 162 y 164 del IMSS, fueron alertadas desde antes de las 23:00 horas, de estar atentas para empezar a recibir a los heridos que serían trasladados ahí.

Más tarde, se aseguró que los hospitales generales de Tláhuac e Iztapalapa estarían posibilitados para atender la emergencia.

Pasadas las 23:30 horas ya estaban en el lugar Claudia Sheinbaum; la fiscal capitalina, Ernestina Godoy; el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, así como Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil.

En marzo de 2014, el director del STC Metro, Joel Ortega anunció la suspensión del servicio en prácticamente la mitad de la línea, esto es, en el tramo elevado, “hasta que no se realizaran los estudios, correcciones y mantenimiento necesarios para resguardar la seguridad de los usuarios”.

Cabe recordar que en 2007, Marcelo Ebrard en su calidad de jefe de gobierno, junto con Francisco Bojórquez, director del STC, anunció la construcción de la Línea 12 o la línea dorada, planeado de Mixcoac a Tláhuac; y el 30 de octubre de 2012 se inauguró “la mayor obra en la capital que no se hacía en muchos años con la tecnología más avanzada”, dijo entonces.

Sostuvo que no se concluyó “con premura ni se apresuró su inauguración”, al tiempo que presumió, la obra fue certificada por una empresa alemana.