Eran zonas indígenas o se iba a pique Villahermosa

17, noviembre 2020

El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió ayer que su gobierno optó por “inundar” zonas indígenas y pobres del estado para evitar daños mayores en la capital, Villahermosa, lo que generó una gran polémica a nivel nacional.

Confirmó que el 7 de noviembre pidió a los técnicos que desfogaran “poco a poco” la presa de Peñitas, en riesgo de romperse por las lluvias de Eta, porque de lo contrario “se iba a pique todo Tabasco”, su tierra natal.

Además, ordenó cerrar la compuerta del río Carrizal, que pasa por Villahermosa, para no inundar esa ciudad de 857.000 habitantes.

“Se cerró y eso significó más agua hacia la zonas baja, que son las comunidades indígenas. Medimos que se iban a venir al agua, pero no como en otras ocasiones”, admitió el mandatario, quien prometió ayudas para los damnificados.

Precisó que se redujo el volumen de agua que se sacó de la presa para no inundar las zonas bajas, los técnicos tenían pensado sacar hasta dos mil 500 metros cúbicos por segundo, y yo detuve eso, les dije, esperen, voy para allá. Eso el sábado, hace 10 días.

Y les propuse que, si se tenía que llevar a cabo esa operación para evitar que se rompiera la presa, que lo hiciéramos gradualmente, poco a poco, para ir viendo el comportamiento de la precipitación, de lo que estaba lloviendo, de lo que estaba escurriendo al vaso de la presa.

“Afortunadamente, en sólo dos horas se desfogó dos mil 100 metros cúbicos, o sea, no los dos mil 500 que se tenía proyectado, esto significó bajar mucho la inundación o que no se agravara la inundación, si soltamos los dos mil 500 se hubiese ido a pique, como se dice coloquialmente, todo Tabasco, toda Villahermosa y todo”, señaló.

“Entonces, sí dije eso, porque lo hicimos, yo lo planteé, si no cerrábamos esa compuerta que se llama El Macayo, Villahermosa se hubiese inundado completamente”, agregó.

Yo he estado pendiente, y sí hay inundación en Jalpa, en Nacajuca, pero no mayor, y estamos ahí atendiendo a los damnificados, tenemos albergues.

La zona más crítica es Centla, porque es una zona muy baja que está, incluso, abajo del nivel del mar; hay comunidades, lo constaté ayer, como Sarlat, Allende, Guerrero, Cuauhtémoc, Jalapita, toda esa zona está muy inundada, estamos hablando de un metro, dos metros de agua en las casas.

Ya están los albergues, la gente está siendo atendida, hay cocinas, se va a apoyar siempre con alimentos, con medicinas, se les van a reparar los daños, se les va a entregar recursos para sus enseres, sus muebles, camas, refrigeradores, estufas, lo que hayan perdido; a todos, a todos los damnificados. Y vamos a atender el problema de fondo.

El jefe del Ejecutivo anunció un decreto para que la gestión de las presas tenga como prioridad evitar inundaciones en lugar de generar electricidad, tras el desastre provocado por Eta en el sureste del país.

“No ha habido un buen control de las presas, que lo va a haber ahora. Ya no se va a priorizar la generación de energía eléctrica sino la protección civil. Voy a emitir un decreto”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional.

López Obrador dijo que se vio obligado a optar “entre inconvenientes” porque históricamente “no ha habido un buen control de las presas” y reiteró que presentará “un decreto para que ya el manejo de las presas se subordine a la protección civil y que sean presas para proteger a la gente y que no haya inundaciones”.

Primero como huracán y luego como depresión tropical, Eta azotó desde el 3 de noviembre a Centroamérica y luego al sureste mexicano, causando al menos 130 muertos y escenas de destrucción.

Según el último recuento oficial de México, donde murieron 28 personas, en Tabasco hubo 8 fallecidos y 302.498 afectados, en Chiapas 20 muertos y 54.976 afectados, y en Veracruz 10.848 afectados.

“La gente está siendo atendida. Hay cocinas, se va a apoyar siempre con alimentos y medicinas, se les va a reparar los daños, se les van a entrar recursos para enceres, muebles, camas, estufas, lo que hayan perdido a todos los damnificados”, prometió el mandatario.

El presidente confirmó que se sigue desfogando las presas de la zona por precaución ante el paso del huracán Iota en el mar Caribe, si bien todavía no está claro que afecte a México.