Asalto al INE

15, diciembre 2022

Pedro Peñaloza

Un pueblo habituado durante largo tiempo a un régimen duro pierde gradualmente la noción misma de libertad.

Jonathan Swift

 

Lo sucedido recientemente en el Congreso de la Unión describe crudamente a los legisladores de la mayoría oficialista y a sus compañeros de viaje. Un breve recuento ayudará para tener una somera anatomía de quienes teóricamente elaboran y aprueban leyes y cómo se comporta el actual titular del ejecutivo

1. Recordemos que López Obrador envió una iniciativa de ley de carácter constitucional que buscó realizar una cirugía mayor al Instituto Nacional Electoral (INE), convirtiéndolo en una dependencia al servicio del gobierno y del partido en el poder, pero fue rechazada por no haber contado con la mayoría calificada.

2. Al ser derrotado en sus pretensiones autoritarias, el inquilino de Palacio Nacional envió otro paquete legislativo denominado propagandísticamente, “plan B”. El tabasqueño aseguró públicamente que no se iba a trastocar la constitución. Sin embargo, los ímpetus de venganza motivaron otra propuesta que vulnera principios constitucionales. Una vez recibido el nuevo texto (de un poco más de 300 páginas), la mayoría oficialista lo aprobó con sólo 15 horas después de ser recibida.

3. En efecto, sin leer suscribieron el envío presidencial. Lo hicieron de manera atrabiliaria, atropellando todos los procedimientos legislativos: no se turnó a comisiones y ni siquiera se publicó en la Gaceta Parlamentaria. Festinaron estruendosamente por ser una eficiente oficialía de partes y la mandaron al Senado.

4. ¿Cuál sería la sorpresa que vendría? Lo elogiado por los diputados era una colección de violaciones a la constitución y un voraz atropello a la operación cotidiana del INE. Lo más visible, pero no lo único, fue concederle privilegios y canonjías a sus pequeños aliados para que pudieran sobrevivir en las próximas contiendas electorales.

5. Para tratar de ocultar las fechorías de sus compinches, los senadores de la mayoría “parcharon” los excesos evidentes, pero han dejado otros elementos que dinamitan al instituto electoral y lo convierten en una instancia débil, sin capacidad para ser un verdadero árbitro en las próximas contiendas. Conservando el espíritu desaseado y malicioso  de la ley votarán otro dictamen, ahora de 500 páginas, en las próximas horas a menos que suceda algo extraordinario.

Epílogo. Una duda subyace en este comportamiento colérico del presidente. ¿Por qué si presumen que el pueblo los apoyará para las próximas elecciones presidenciales y donde ya tendrán mayoría en el próximo consejo del INE, se presenta este manotazo despótico? Quizá en Palacio poseen información que no conocemos. Por lo pronto, asaltaron al INE. Veremos el papel que juega la Suprema Corte. Tampoco hay mucha esperanza.

@pedro_penaloz