Banco Mundial estima no muy buenas cifras de crecimiento para México en 2023, apenas de 0.9%

10, enero 2023

AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

A poco días de iniciar el año, el Banco Mundial (BM) dio a conocer que revisó sus estimaciones de crecimiento económico para México por lo que señaló que para 2022 se habría observado 2.6 por ciento, cifra superior al 1.8 por ciento previsto en octubre pasado; pero para 2023, la expectativa se redujo desde 1.9 a 0.9 por ciento; y para 2024, se ubicaron en 2.3 por ciento.

Así, señaló que el crecimiento esperado para nuestro país este año se deriva de condiciones monetarias restrictivas (altas tasas de interés en diversos créditos), la inflación persistentemente alta y la merma en las exportaciones y remesas, por el impacto de la débil perspectiva del PIB de Estados Unidos.

De acuerdo con el documento Perspectivas económicas mundiales, enero de 2023, el organismo internacional señala que “la demanda interna de servicios debería continuar recuperándose gradualmente en 2023, pero es probable que una perspectiva estadounidense mucho más débil reduzca el crecimiento de las exportaciones y las remesas entrantes”.

Considera que en vista de las persistentes presiones sobre los precios, ya que la inflación subyacente se encuentra en su nivel más alto en más de dos décadas, se anticipa que la política monetaria seguirá siendo estricta, con una tasa de política de dos dígitos durante algún tiempo.

Por otro lado, considera que el crecimiento de América Latina y El Caribe se desacelerará marcadamente hasta 1.3 por ciento al concluir este año, después de haber crecido 3.6 por ciento en 2022, y considera que habrá una recuperación hacia 2024 al estimarse un crecimiento de 2.4 por ciento.

Las proyecciones indican un estancamiento de los niveles de vida en la primera mitad del decenio de 2020, con un crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) per cápita de 0.6 por ciento anual entre 2020 y 2024.

Ello, advirtió el BM, “podría dificultar la lucha contra una amplia gama de problemas sociales y agravaría los obstáculos que impiden un desarrollo sostenido e inclusivo en América Latina y el Caribe”.

Asimismo, en el análisis se explicó que esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación, como los efectos secundarios de un panorama mundial poco auspicioso.

En este tenor, se considera que con el crecimiento algo lento de Estados Unidos y China se reduzca la demanda de exportaciones, mientras que el aumento de las tasas de interés estadounidenses probablemente implique que las condiciones financieras seguirán siendo restrictivas.

El Banco Mundial llamó la atención al señalar que las proyecciones indican que la lentitud del crecimiento mundial incidirá en los precios de los productos básicos al alza, pero también debilitará la relación de intercambio de Sudamérica.

Se suma el que la inversión regional disminuirá este año, por el aumento de los costos del financiamiento, la escasa confianza empresarial y la fuerte incertidumbre normativa.

Observó que el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.

Por lo que, dada la frágil situación económica, advirtió que cualquier nuevo acontecimiento adverso , como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de Covid-19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas, podría propiciar a la economía mundial a la recesión, y propiciando que sea “la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década”, advirtió el Banco Mundial.