Brasil: reviven los muertos

2, noviembre 2022

CATALINA NORIEGA

Revive Lula y regresa triunfante a gobernar Brasil. Tras años de serios conflictos, incluidos un par de ellos en prisión por corrupción, quien fue el líder del cambio y el obrero que llegó a la máxima jerarquía nacional, retomará el Poder el 1 de diciembre. 

No es de extrañar. El inmenso país había caído en manos del populista de ultraderecha, Jair Bolsonaro, exmilitar catastrófico para temas tan importantes para el mundo entero, como el de fomentar la destrucción de la selva amazónica. 

En su terruño no lo condenaron por esto, sino que la caída de su popularidad más notoria se debió al pésimo manejo que hizo de la epidemia del Coronavirus. Murieron unas 700 mil personas, mientras él negaba la importancia de las vacunas, las escatimaba y eludía la responsabilidad sanitaria de atajar al virus. 

La economía avanzó, aunque de nuevo la desigualdad mostró su peor cara, incrementándose el número de pobres de manera exponencial. Supo hacerse acompañar por los grandes agricultores, a los que benefició con creces, lo que le dio un enorme potencial a la agroindustria. 

Fue muy hábil en su intento de acercarse a una clientela electoral que nunca tuvo. Cuando ganó lo hizo gracias al voto de los soldados, sector siempre cautivo.  Inició fuertes nexos con varias iglesias protestantes, con la ayuda de su señora, fanática feligresa de alguna de estas creencias. Consiguió un número de sufragios muy importante. En sus discursos, en los que en ocasiones participaba su esposa, se hacían panegíricos religiosos, a tono con el afán de echárselos a la bolsa.

Un personaje pragmático, radical, similar y amigo de Trump, deleznable en todos sentidos. 

A su paso por el gobierno, Lula tuvo la enorme cualidad de sacar de la pobreza a millones de brasileños. Su ideología de centro Izquierda, configuró un mandato que hubiera sido trascendente, de no aparecerse el lobo de la corrupción. A lo mucho bueno se lo llevó el traste, en razón de la porqueriza en la que se convirtió a Petrobras y la podredumbre fue tan cínica que, a los turistas se les llevaba a conocer las mansiones en las que vivían los hijos del entonces mandatario. 

Una corrupción que arrastró incluso, a su brazo derecho, después presidenta, Dilma Roussef. Los escándalos de la compañía petrolera del estado, asociada a capital privado, le dieron la vuelta al planeta y sepultaron los avances sociales que se perdieron, en razón de los incontables desvíos. 

Regresa a tomar las riendas de un gigante con muchos problemas, tanto desde el punto de vista del medio ambiente, como del notorio abandono de las comunidades indígenas, de los marginados, de los servicios de salud, de la educación. 

Habrá que desearle éxito porque lo hará con un Congreso mayoritariamente en contra, la mitad de los gobernadores de oposición y una diferencia en las urnas de un punto, lo que implica una población dividida a la mitad. 

Decir que América Latina se viste de Izquierda es un sin sentido. Gentuza como Daniel Ortega o Maduro son viles populistas, autócratas y dictadores. Tampoco de AMLO se puede decir que lo sea y cae en la misma clasificación de populista. 

La sociedad da bandazos y vota con una emocionalidad a flor de piel. Harta de unas clases políticas incompetentes, elige lo que caiga. Sólo llaman la atención propagandas escandalosas. Faltan políticos y líderes jóvenes, capaces de enderezar el rumbo y devolvérselos a estas naves que hacen agua.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq