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Breel Embolo, con un gol al inicio de la segunda parte, desequilibró el juego de apertura del Grupo G y dio la primera victoria del Mundial de Qatar 2022 a la selección de Suiza, para desesperación de Camerún, que tuvo ocasiones más claras que los europeos y mereció más premio.

El destino quiso que fuera Embolo, un jugador nacido en Yaundé (Camerún) en febrero de 1997, quien fuera verdugo en la puesta en marcha mundialista de su país de origen.

Breel Embolo, un reputado atacante del fútbol francés, hace tiempo no tiene vinculación directa con Camerún, de donde emigró para labrarse una carrera como deportista en el extranjero. Primero en Basilea, donde se asentó y después, sobre todo, en Alemania, en las filas del Schalke y el Borussia Monchengladbach antes de partir el pasado junio, a Mónaco.

No podía ser otro el que desnivelara un duelo abierto, sin apenas pausa en el centro del campo. De ida y vuelta en el que sólo él encontró el acierto.

Al inicio del segundo tiempo, cuando el delantero de la selección helvética que disfruta en Qatar de su sexto mundial en fila y que pretende alcanzar por tercera edición consecutiva los octavos de final, recibió sin oposición alguna un centro desde la derecha de Xherdan Shaqiri y no falló, batió a Andre Onana.

No lo celebró Embolo, que no olvida su origen. Aceptó la felicitación pero evitó la alegría excesiva de sus compañeros..

Camerún no supo anidar, porque a los diez minutos ya había tenido dos en las botas de Bryan Mbeumo y de Karl Toko Ekambi. Y tras el tanto de Embolo pudo empatar Eric Choupo Moting que ejecutó una gran acción individual, llegó hasta el fondo y se topó con Yann Sommer que evitó otra vez el gol.

Apareció Suiza al final para sentenciar y tampoco pudo hacerlo. Ruben Vargas, en un contraataque, pudo acabar con la incertidumbre final, pero Onana salió al paso de la ocasión cuando Camerún ya estaba a tumba abierta.