Contribuye el Injuve CDMX con la reinserción social

18, noviembre 2022

LILLIAN REYES

Foto: Cortesía Injuve

Sin segundas oportunidades y sanando el alma, así es como el Instituto de la Juventud apoya a reinsertar socialmente a personas que estuvieron privadas de su libertad o en conflicto con la ley.

Actualmente, son 137 jóvenes los que se encuentran inscritos en el programa Los Jóvenes unen al Barrio, que a través de actividades artísticas, informativas y de vinculación reencuentran su camino compartiendo con la comunidad su voluntad y su deseo de superación.

La titular del Injuve CDMX, Beatriz Adriana Olivares Pinal, relata en entrevista con Ovaciones cómo esta estrategia para la reconstrucción del tejido social ha contribuido a disminuir los índices delictivos y a generar entornos con mayor seguridad, así como disminuir adicciones.

Son diversas las actividades que los jóvenes desempeñan. Cuando se habla de reinserción y servicios a la comunidad, se piensa que sólo se limitan a pintar bardas y sembrar árboles, la realidad es que en este caso se potencia el talento de cada uno y con su talento en canto, danza y teatro también inspiran a otros para entender que nunca es tarde para seguir por el buen camino.

 

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En esta administración, la labor del Injuve no se limita al escritorio, Beatriz Olivares deja su oficina para salir a recorrer las calles, algunas ubicadas en las zonas de mayor inseguridad y marginación para devolver la confianza a aquellos jóvenes que han visto truncados sus sueños por tomar otra dirección.

Por ello, una de las filosofías es promover que no existen segundos chances, sino más bien nuevas oportunidades para continuar el camino.
No eres más o menos por las decisiones tomadas.

En este sentido, se brinda una atención integral para los beneficiarios de esta línea de acción que además de otorgar atención psicológica para curarles el alma, también los hace conscientes de la oportunidad de compartir su experiencia para seguir reconstruyendo el tejido social y además cuentan con un apoyo económico.

Otro punto a destacar es que ellos mismos son los embajadores del programa, nadie mejor para reconocer las necesidades de su comunidad y descubrir que “su barrio los respalda”.

Ejemplo de ello, Fer “El Catrino”, quien tras tener un pasado porril y luego de cumplir con su deuda con la sociedad, ahora a través del rap es mano amiga para salir de la violencia y discriminación.