¡Cuidado!, la 4T al acecho

2, mayo 2023

GABY SALIDO

En un sistema democrático, para lograr el desarrollo económico, social y urbano, un Gobierno debe reconocer y respetar la pluralidad o diferencia de ideas.

La administración en turno de nuestro país y la CDMX, -ambas a cargo de morena-, no solo intenta desconocer y quitar mérito a la pluralidad de opiniones, sino que polariza a la sociedad.

A quien no comparte la postura del Gobierno o sus aliados, le señalan y acusan de opositor, iniciando en su contra campañas mediáticas de desprestigio, incluso desde el púlpito mañanero.

Mientras se aproxima el proceso electoral por la sucesión presidencial, se han encrudecido esas acusaciones, lo que politiza y cuestiona la institucionalidad del Gobierno.

Si sumamos el uso de tecnología para realizar espionaje, militarizar la seguridad civil, o la justicia selectiva y discrecional, las condiciones políticas y sociales son adversas.

Pero, ante los ataques a Instituciones que garantizan derechos humanos, la eliminación de contrapesos en las leyes, o el intento de control de jueces y la manipulación de legisladores afines, las condiciones son terribles.

Superando por mucho la llamada Guerra Fría, el Gobierno de la 4T ha tomado decisiones que atentan contra los derechos humanos. Pareciera que morena se prepara para defender su ideología, mientras intenta perpetuar su posición en el Gobierno.

Colocar al Ejército al mando de actividades como: construcción del tren maya, control de líneas aéreas nacionales y de la guardia nacional, es atribuir facultades injustificadamente.

Con eso, sin importar la condición de opositor o aliado, al disentir en una postura, existe el riesgo de ser señalado o perseguido, pues permitir el uso desproporcionado de recursos de la autoridad frente a la ciudadanía, hace vulnerable a cualquier persona, y lo pone en situación de desventaja.

En ese caso, no habrá defensa jurídica y legal, que alcance para proteger al acusado; pero, tampoco habrá defensa moral o legítima que el juicio de la historia, crea suficiente en favor de ese Gobierno.

El expresidente Lázaro Cárdenas, decía: “El gobernante que pretende encauzar a su país hacia la democracia, tiene que empezar por ser un verdadero demócrata, y demostrarlo tolerando la oposición, por más cruda que se ejerza en el mitin o en la prensa”

Esa seguramente, es la lección histórica que la mal llamada 4T, no ha querido aprender; pues lejos de lograr realmente una transformación, estamos en una clara regresión de derechos y libertades.

Desde la máxima tribuna de la capital, señalé que la historia ha mostrado consecuencias por discrecionalidad en la rendición de cuentas y la justicia, rompiendo equilibrios legales y naturales.

En otras palabras, diría la cultura popular: será como la casa del jabonero; quien no cae, resbala.