MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
El 2023 no ha sido un buen año para los quarterbacks titulares en la NFL. Así lo han atestiguado pasadores de élite como Aaron Rodgers, Joe Burrow y más recientemente, Trevor Lawrence. En total, nueve de los 32 mariscales de campo titulares han salido del campo lesionados en algún partido y cinco de ellos no jugarán más en esta temporada.
Como si se tratara de una epidemia que recorre los emparrillados de la liga, los pasadores han sido duramente afectados durante esta campaña plagada de lesiones. Del total de titulares, el 28% de ellos ha salido lesionado durante algún partido. El primero de ellos fue Aaron Rodgers, quien apenas estuvo unos segundos en el campo en su debut con New York Jets cuando una lesión en el talón de Aquiles lo dejó fuera toda la temporada y aún no hay fecha para su regreso.
También en la Gran Manzana, pero del otro lado de la acera, los New York Giants perdieron a su pasador titular Daniel Jones luego de sufrir un desgarro en el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha, lo que significó la segunda ocasión en tres años que queda fuera por algún problema físico.
Otro mariscal de campo que también estará fuera el resto de temporada es Kirk Cousins, quien al igual que Rodgers, se rompió el tendón de Aquiles el 29 de octubre frente a Green Bay, cuando en su intento por salir de la bolsa de protección el tale Kenny Clark lo embistió, lo que provocó que su pierna derecha se doblara aparatosamente.
Después de un comienzo prometedor en su temporada de novato, el mariscal de campo de los Indianapolis Colts, Anthony Richardson, regresará hasta el 2024 después de una cirugía de hombro. Caso similar al del mariscal de campo de los Cleveland Browns, Deshaun Watson, quien también necesitó ser operado del hombro tras una lesión que puso fin a su 2023.
Uno más de los pasadores titulares que sufrió una lesión grave, pero que según reportes todavía puede regresar esta temporada es el mariscal de campo de los Pittsburgh Steelers Kenny Pickett, quien estará fuera durante las próximas semanas por una lesión en el tobillo ocurrida este mismo fin de semana cuando intentó llevar el ovoide hasta las diagonales pero terminó por lastimarse el tobillo.
Este mismo fin de semana, el QB de los New Orleans Saints, Derek Carr, se fue al vestuario en el último cuarto de la derrota ante los Detroit Lions y no regresó debido al protocolo de conmoción cerebral, así como a lesiones en el hombro y la espalda que le aquejan. El exRaiders recibió un fuerte golpe que los árbitros señalaron como rudeza innecesaria.
El último que fue víctima de este virus durante la Semana 13 fue Trevor Lawrence, pasador estelar de los Jacksonville Jaguars, quien se ha unido a este grupo después de que el tacle izquierdo Walker Little —sin darse cuenta— le pisó el tobillo derecho durante su juego contra los Cincinnati Bengals, quienes utilizaron a Jake Browning debido a la baja del también estrella y mejor pagado de la liga, Joe Burrow.
El alcance de la lesión de Lawrence se desconoce hasta ahora, aunque múltiples informes afirman que el exjugador de Clemson sufrió un esguince de tobillo después de no poder terminar el Juego de Lunes por la noche. Se espera que no tenga el mismo trágico destino que Burrow, quien estará fuera toda la temporada luego de someterse a una cirugía de muñeca.
De esta forma, los quarterbacks titulares han sufrido múltiples lesiones, pero la tendencia se ha cargado más hacia las Conferencia Americana, pues de los nueve afectados, seis pertenecen a equipos de la AFC. De hecho, si la temporada terminara ahora mismo, cuatro de los siete equipos de Playoffs de la AFC habrían tenido a su mariscal de campo con una lesión a mediano o largo plazo, siendo solamente los Miami Dolphins, Kansas City Chiefs y Baltimore Ravens, únicos que no se han visto diezmados en la posición más importante de este deporte.
