Ejército de trabajadores de limpia laboran en la CDMX en condiciones precarias

6, agosto 2023

PATRICIA RAMIREZ

Foto: @UNAM

En la Ciudad de México, miles de personas se dedican a la limpieza de calles, avenidas, parques y vías rápidas los cuales trabajan en condiciones precarias, con bajos sueldos e incluso algunos sólo perciben las propinas que les dan los ciudadanos.

De acuerdo con datos de autoridades capitalinas, las brigadas que limpian las calles, en promedio, barren 1.69 kilómetros por día y en la Ciudad de México perciben un sueldo neto mensual que va de los dos mil 300 pesos a los ocho mil 900, dependiendo de la alcaldía.

Con motivo del Día del Barrendero en México, que se conmemora el 8 de agosto, Nancy Merary Jiménez Martínez, experta del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, advirtió que el número de estos trabajadores es insuficiente para atender las necesidades urbanas, a lo que se suma una cantidad considerable son trabajadores informales, es decir, no están contratados, tampoco figuran en las nóminas, de tal manera que sus ingresos provienen de las propinas que reciben o de la venta de los residuos reciclables.

Jiménez Martínez enfatizó que, de acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México, en 2022 para brindar mantenimiento a la red vial primaria se contó con dos mil 396 barrenderas y barrenderos, divididos en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) y 172 cuadrillas que, todos los días y de manera ininterrumpida, atienden 169 vialidades; o sea, aproximadamente 3 mil 167 kilómetros de vías primarias donde recolectan 548 toneladas de residuos; utilizan 190 vehículos y 26 barredoras de succión.

Datos del Inventario de Residuos Sólidos de la CDMX del año 2019, en las calles de esa zona se barrieron 365 toneladas/día, 84 por ciento fueron inorgánicos como empaques, desechables y demás; 15 por ciento residuos orgánicos; el uno por ciento restante no se especificó. Sus hallazgos ratifican que los más abundantes desperdicios en esos espacios públicos son: colillas de cigarro, plásticos de película no metalizada y papel.

El papel de los trabajadores de limpia es fundamental, pues también separan materiales valorizables y, a menudo, los transfieren a centros de acopio donde pueden ser reaprovechados en las cadenas de reciclaje.

Para los perímetros A y B del Centro Histórico, el año pasado hubo 30 cuadrillas conformadas por mil 200 barrenderas y barrenderos quienes trabajan en tres turnos. Diariamente se hacen cargo, en promedio, de nueve kilómetros cuadrados de superficie y juntan mil 57 toneladas de desechos.

La especialista dejó en claro que en las ciudades mexicanas el oficio representa uno de los primeros eslabones para el manejo integral de residuos.

Se trata de los objetos que desechamos porque consideramos que perdieron su utilidad o no satisfacen nuestras necesidades. Con base en la legislación nacional, hay tres tipos de residuos: sólidos urbanos, los cuales provienen de nuestras casas, oficinas, espacios públicos; de manejo especial o de gran volumen, como aparatos eléctricos y electrónicos; y los peligrosos (corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos, inflamables o biológico-infecciosos).

En sus investigaciones la especialista apuntó que las cantidades de residuos sólidos urbanos son más cada día, lo que significa una cantidad mayor de la que produjeron nuestros padres y abuelos.

La universitaria destaca que en nuestro país, en la mayoría de los casos, se carece de una gestión integral. Lo que ocurre casi siempre es que los materiales son recolectados en los hogares u otras fuentes y llevados a basureros a cielo abierto, que no cumplen con la normatividad y tampoco protegen la salud humana o al medio ambiente.

Aunque hay pocos estudios de generación y caracterización de los residuos, algunas estimaciones sugieren que cada mexicano produce cerca de un kilogramo al día, es decir, más de 120 mil toneladas, únicamente de sólidos urbanos; en mayor medida la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México.

Jiménez Martínez resalta que debido a la pandemia aumentó la cantidad de residuos, se calcula en 20 por ciento, pues el manejo de residuos de equipos de protección personal derivados de la pandemia de Covid-19, disparó la generación de basura.

Hasta antes de la emergencia sanitaria “los plásticos tenían los días contados y había iniciativas de prohibición de los de un solo uso”, sin embargo, durante la contingencia de salud se utilizaron más y también hubo un retroceso en la separación de residuos, sentenció.