El alcance a Delgado debe esclarecerse; grave, si miente

29, mayo 2021

Esta es la campaña política más violenta en la era reciente. Al menos 88 políticos han sido asesinados desde septiembre de 2020, de los que 34 eran candidatos a un puesto de elección.

El presunto alcance que un comando con armas largas dio a Mario Delgado Carrillo, líder de Movimiento Generación Nacional (Morena) en la carretera cuando iban de Matamoros a Reynosa, en Tamaulipas, debe esclarecerse.

Y debe hacerse, porque calentar más el de por sí enrarecido ambiente no es válido si, además, no es cierto, si es un montaje.

¿De qué se asombra Delgado Carrillo si la violencia que existe en todo el país ha sido tolerada por este gobierno, pese a que en la campaña de 2018 López Obrador prometía que el ejército volvería a los cuarteles y que los narcotraficantes y el crimen organizado serían sometidos?

Que la guerra contra el narcotráfico que comenzó sin planeación Felipe Calderón y que hoy tiene más de 300 mil muertos, también se acabaría.

Por supuesto no puede ni debe normalizarse, en caso de que, insisto, sea cierto que los alcanzó un grupo armado para intimidarles, en una especie de retén.

Si es así, Delgado Carrillo y López Obrador no deben llamarse a sorpresa, porque es la realidad no sólo en Tamaulipas, sino en Michoacán -basta ver cómo está Aguililla en manos del Cártel Jalisco Nueva Generación -, en Jalisco; en Chihuahua; en Sonora; en Veracruz; en Quintana Roo; en el Estado de México y hasta en la CDMX.

Es lo que han permitido.

Es la consecuencia de los abrazos, no balazos.

Es la consecuencia de no enfrentar al crimen.

Cruzar Tamaulipas por tierra es jugarse la vida, ciertamente.

Ir, por ejemplo, de Monterrey, Nuevo León, a Nuevo Laredo, Tamaulipas, o viceversa en automóvil o en camión es una aventura. Con todo y que el traslado es por autopista. Con todo y que hay patrullas de la Policía Federal en el camino.

Entonces, ir de Matamoros a Reynosa en una camioneta Suburban, como hizo Delgado, es convertirse en blanco seguro de los malandros.

Insisto, de ser cierto.

Porque Delgado Carrillo es capaz de todo, con tal de recuperarse de la Línea 12 del Metro y de todos los errores que ha cometido Andrés Manuel.

El dirigente acusa que portaban ese armamento, pero el gobernador panista, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, perseguido por el gobierno federal, lo rechaza.

Asegura que, según el C4, no hay evidencia de las armas -ni cortas ni largas – y pide al dirigente que presente su denuncia en la Fiscalía.

-Nos acaban de detener, apuntándonos con armas largas en la carretera en Tamaulipas, entre Matamoros y Reynosa. Así la situación en este Estado, qué lamentable. Nos encontramos bien, tuiteó el egresado del ITAM a quien las palabras de Andrés Manuel se le escuchan más falsas y vacías que un billete de 5 mil pesos.

El clima político no está como para echarle más fuego.

Insisto: si es cierto, no es sorpresa.

Es la realidad que viven 120 millones de mexicanos cuando se les ocurre viajar por tierra.

Es la realidad de los connacionales que regresan de Estados Unidos en época de vacaciones y son extorsionados por esos delincuentes.

Pero si llegase a comprobarse que no es real, que es falso, que sólo lo hizo Delgado Carrillo para lanzar una ofensiva más contra Cabeza de Vaca y el PAN, a cinco días de que terminen las campañas, entonces el castigo será peor de lo que será.

 

Vámonos: Curiosamente, la vacunación se agilizó a unos días de la elección del 6 de junio. Se aplican más de 500 mil diarias y llegan millones de dosis.

Es puro profesionalismo, no sea usté tan mal pensado.

 

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