VICTORIA CASTELLANOS 

Cualquier tipo de violencia contra las mujeres es un acto reprobable porque transgrede la dignidad de quienes la sufren. La naturalización, normalización y reproducción de estructuras de poder que históricamente han colocado a las mujeres en una posición de subordinación, tiene que parar y debe abrirse camino a la construcción de nuevas formas sociales que favorezcan el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres.

El embarazo es una etapa de cuidados especiales para mujeres y personas gestantes. Recibir atención integral de la salud con calidad y calidez es un derecho para estas poblaciones y el producto en gestación; sin embargo, todavía en los servicios de salud en todo el mundo se presentan situaciones contrarias a este derecho, como es la violencia obstétrica, que ocurre en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.

La violencia obstétrica se manifiesta cuando se reproducen actitudes y conductas de maltrato normalizado por parte del personal médico o de enfermería hacia mujeres embarazadas y personas gestantes.

Esto se presenta desde las expresiones verbales que invalidan el sentir de las derechohabientes, la realización de procedimientos sin el consentimiento informado requerido (recabar sólo la firma del consentimiento incumple su propósito), o cuando se juzga o efectúan acciones basadas en creencias o prejuicios, por ejemplo: “las mujeres indígenas tienen mayor resistencia, por tanto, pueden aguantar el dolor”, “las mujeres mayores de 40 años ya no tienen edad para la maternidad”, “se debe operar a mujeres con dos o más hijos, para que ya no se embaracen”, etcétera.

Cualquier acto de violencia obstétrica vulnera el derecho a la protección de la salud de mujeres y personas gestantes, y contraviene las disposiciones normativas nacionales e internacionales en materia de salud y erradicación de la violencia contra las mujeres; por tanto, se requiere transformar los modelos tradicionales de atención materna por modelos cuyo eje vertebral sea garantizar el bienestar y la dignidad de las personas.

En una respuesta firme y en cumplimiento con sus atribuciones, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha establecido medidas puntuales sustentadas en un enfoque integral y amigable de la salud materna para coadyuvar a erradicar la violencia obstétrica.

Entre estas medidas destaca el Modelo AMIIMSS: Atención Materna Integral, cuyo propósito es fortalecer los procesos de atención antes, durante y después el embarazo.

Cabe resaltar que AMIIMSS también es parte de las líneas de acción estratégicas de la Política Institucional para la Atención de la Salud de Grupos en Situación de Vulnerabilidad, con Enfoque de Derechos Humanos y Perspectiva de Género.

Contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres y las personas gestantes, es un objetivo relevante en el IMSS y, para lograrlo, se trabaja con fuerza y compromiso.

Coordinadora de Programas de la Coordinación de Innovación en Salud