HÉCTOR MUÑOZ

El clima político está que arde en ambos lados de la frontera, pero no por los problemas comunes como el tráfico de drogas o la migración, sino por la proximidad de las elecciones presidenciales.

Y es que, al igual que en México, los ataques entre partidos y candidatos en Estados Unidos están a la orden del día, y muestra de ello es que tanto Joe Biden como Donald Trump, principales aspirantes presidenciales del partido Demócrata y Republicano están envueltos en problemas legales.

Donald Trump, aspirante del partido Republicano, está sujeto a decenas de cargos penales, sin embargo, recientemente la jueza federal que supervisa el caso del expresidente, relacionado con interferencia en las elecciones de 2020, acordó suspender temporalmente el proceso, mientras apela una decisión sobre si tiene derecho a una amplia inmunidad frente a un proceso penal.

Cabe recordar que la decisión del tribunal de evaluar el cargo de obstrucción podría amenazar el inicio del juicio de Trump, actualmente programado para el 4 de marzo.

Y es que los jueces están considerando por separado si se pronuncian rápidamente sobre la afirmación de Trump de que no puede ser procesado por acciones tomadas dentro de su papel de presidente, aunque un juez federal ya rechazó ese argumento.

Joe Biden no se salva de la guerra electoral y los republicanos de la Cámara de Representantes de su país votaron el miércoles a favor de formalizar una investigación de juicio político en su contra.

En una votación de 221 a 212, todos los miembros del Partido Republicano apoyaron la resolución para formalizar la investigación, lo que muestra claramente un choque entre el Congreso y la Casa Blanca a medida que se acercan las elecciones de 2024.

Pero, ¿por qué lo están investigando? La pesquisa se ha centrado en las finanzas de la familia Biden y los negocios del hijo del presidente, Hunter, y otros familiares.

Cabe mencionar que una investigación de juicio político o impeachment es una averiguación formal sobre posibles irregularidades por parte de un funcionario federal, como el presidente, funcionarios del gabinete o jueces.

Este proceso está escrito en la Constitución de Estados Unidos y es el control más poderoso que tiene el Congreso sobre el poder ejecutivo, porque representa el primer paso hacia un posible juicio político, lo que significa esencialmente que se presentan cargos contra un funcionario.

Así que esto, sin duda, representa el inicio de la guerra electoral que se desatará en los próximos meses entre los dos principales personajes que podrían disputarse las elecciones del 2024, o en el peor de los casos, si el problema escala, quizá ninguno de los dos alcance la nominación presidencial, ya veremos.