CÉSAR MARTÍNEZ

En los albores de la combinación de semifinales “en el papel”, más atractivas de la historia.

 Sin caer en falsas expectativas, ni en precipitaciones, sólo dejar en claro de que se trata de un escenario que se plantea a través de los datos que tenemos a la mano: Una edición del Clásico del Norte y sobre todo el que haya Clásico Nacional a estas alturas del torneo.

Considerar que siguen vivos el 1, 2 y 3 de la tabla general, con el número 7 como “invitado inesperado”, echando por tierra la teoría que afirma que la liguilla es “otro torneo”, donde “todos empiezan de cero”. No. Los poderosos lo siguieron siendo pese a una digna resistencia de sus rivales en los cuartos de final.

La posibilidad Tigre de destruir lo que ha sido una campaña de ensueño rayada. Volver a hacerlo en el Gigante de Acero de Guadalupe Nuevo León. El deseo Chiva de cortar la ilusión americanista de un nuevo título luego de una temporada explosiva del equipo capitalino.

El pick “experto” que señala a Rayados y Águilas en una gran final, estará también puesta a prueba.

En fin. En teoría así está el tema a horas de que inicie esta fase. Ya les corresponderá a los jugadores y entrenadores hacer valer, esta teoría que a muchos parecerá descabellada. No es el mejor momento de nuestro futbol. Una bocanada de oxígeno podría recibir a partir de este par de combinaciones.

IRONÍAS DE LA VIDA

 Miguel Herrera, Guillermo Almada e Ignacio Ambriz fueron recientes candidatos a ocupar la silla de técnico tricolor.

El primero no pudo enderezar una campaña mediocre de Xolos. El segundo vio a su Pachuca eliminado por el Motagua de Honduras y Santos en los torneos en los que participó. Nacho es hoy señalado gran responsable de la eliminación de Toluca en los cuartos de final.

Diego Cocca, el elegido, ve hoy a la distancia a su efímero proyecto Tigre en semis y a su añorado Atlas cayendo gallardamente frente a Chivas. 

Dios da. Dios quita.

¿QUÉ SUCEDIÓ?

Nunca es justificable una agresión física como la de Paco Ramírez sobre Norberto Scoponi luego del espectacular Celaya vs Morelia en Liga de expansión. Este tipo de situaciones pueden alcanzar más bien una explicación, sobre todo tomando en cuenta algunos antecedentes de conducta del agredido. Atenuantes, le llaman en términos jurídicos.

No tiene excusa los alegatos de Ramírez cuando utiliza un gentilício, en este caso el de “argentino”, para explicar su reacción. Cualquier reacción xenófoba que incluya, sobre todo, una generalización, no es entendible ni justificable.

Sigo pensando pese a este grave error que Paco es un buen entrenador, que habrá de cumplir una sanción ejemplar y que Norberto Scoponi no es precisamente una blanca paloma, aunque hoy tenga el papel de “víctima.”

Que se investigue a fondo, el total de lo que sucedió.

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