Filadelfia se perfila para sacar la escoba

21, abril 2023

EFE

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Los 76ers de Filadelfia pusieron pie y medio en la segunda ronda de los ‘playoffs‘ del Este, al vencer este jueves 102­- 97 a los Nets de Brooklyn y tomar ventaja de 3­0 en la serie, tras un partido vibrante, en el que Joel Embiid recibió una flagrante por patear a Nic Claxton y James Harden fue expulsado por un golpe prohibido a Royce O’Neale.

Ningún equipo ha logrado remontar en las 147 ocasiones en las que iba perdiendo 0­3 una serie de ‘playoffs’ y los 76ers ya están a una sola victoria de sellar el billete para la segunda ronda, en la que se enfrentarán a uno entre los Boston Celtics y los Atlanta Hawks.

Era un partido de vida o muerte para los Nets y la intensidad fue máxima desde el inicio, con choques, provocaciones y polémicas. Brooklyn tuvo cinco puntos de ventaja con poco más de dos minutos por jugar en el cuarto período, pero los 76ers, con un gran Tyrese Maxey y un tremendo taponazo final de Embiid, dieron un golpe en la mesa.

Maxey acabó su partido con 25 puntos, diez de 17 en tiros y cinco triples, mientras que Embiid logró ser decisivo pese a tener la segunda peor noche anotadora de su temporada, con catorce puntos.

El pívot, considerado como el favorito para llevarse el MVP, firmó un doble doble de catorce puntos y diez rebotes, a los que añadió dos taponazos, en una noche en la que Harden fue expulsado al final del tercer período por dar un codazo en zona testicular a O’Neale.

La Barba terminó con 21 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias.

Menos de 3 minutos fueron necesarios para que saltaran las primeras chispas, cuando Claxton conectó un gran mate ante Embiid y provocó su caída.

El jugador de los Nets intentó pasarle por encima, emulando una famosa jugada de Allen Iverson ante Tyronn Lue en 2001, pero Embiid reaccionó intentando golpear con una patada a su rival.

Los árbitros revisaron la jugada y castigaron a Embiid con una flagrante de tipo 1, mientras que pitaron una falta técnica a Claxton por su gesto antideportivo.

Se trató de una decisión delicada, tomada apenas dos días después de que Draymond Green fuera sancionado con un partido de suspensión.