La Ciudad de México prácticamente ha salido airosa de tener una tercera ola de contagios por SARS-CoV-2, tras la Semana Santa y la Semana de Pascua, que son también de vacaciones, pues en los siguientes 15 días se han visto reducciones considerables en los indicadores de personas con contagios o enfermas de Covid-19, por lo que si bien no se descarta aun, “la probabilidad de tenerla ya es muy baja”.

Sin embargo, y no obstante la mejoría en dichos indicadores de personas con Covid-19, como la constante baja de personas hospitalizadas y la baja positividad según las pruebas, la Ciudad de México se mantiene en semáforo epidemiológico color “naranja hacia el amarillo”, en la semana del 26 de abril al 2 de mayo, dijo la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, quien observó que, a pesar de lo anterior, “el gobierno de México no ha colocado” a la capital del país en semáforo amarillo.

Empero, se anunció en videoconferencia de prensa,  que a partir del próximo lunes, con excepción de restaurantes y reuniones y fiestas infantiles, todos los sectores económicos ya pueden abrir en horarios normales, como comercios y gimnasios.

De igual forma, y en el afán de reabrir actividades, se establece que las oficinas corporativas privadas –no así las públicas, que se mantienen como desde hace un año-, los baños públicos y vapores podrán reanudar actividades en la Ciudad de México, pero con medidas sanitarias.

Eduardo Clark García Dobarganes, director general de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), explicó que las oficinas deberán tener capacidad al 20 por ciento, mientras que baños y vapores al 30 por ciento.

Se ampliará el programa Ciudad al Aire Libre para reuniones y capacitaciones de negocios y fiestas infantiles en exteriores, con 50 personas máximo y hasta las 21:00 horas, sin baile ni ingesta de alcohol.

En cuanto a las medidas para regresar a oficinas privadas o corporativos se deberá observar el uso de cubrebocas; deberá haber un filtro sanitario a la entrada; mantener la separación de personas y divisiones físicas como mamparas; tener un ingreso controlado de personas ajenas al edificio; la aplicación semanal de pruebas y establecer el Código QR para identificación de contagios.

Mientras que en el caso de reuniones con personas ajenas a las oficinas deberá ser con cita, de no más de seis personas, no se podrán ofrecer alimentos o bebidas, deberán acudir sin acompañantes, usar cubrebocas durante toda la reunión, mantener sana distancia y se evitará compartir objetos como plumas o equipos de cómputo.

Asimismo, se busca implementar con la iniciativa privada, un programa permanente para que 20 por ciento de los trabajadores permanezca en home office para mantener beneficios en movilidad con lo que se podrían reducir en al menos 2.5 millones de viajes semanales.

Sigue sin permitirse eventos deportivos con público, clases presenciales, la apertura de spas y los eventos masivos.

Explicó que los indicadores como la atención diaria vías mensajes SMS después de tener entre cuatro mil y cinco mil personas diarias en enero pasado, ahora han sido poco más de 200 personas y los sospechosos no pasan de 50.

Mientras que la atención en el 911, este jueves fue de 53 y hace una semana de 63, por lo que también se ha visto la reducción en el número de despacho de ambulancias y traslados en ambulancias.

La ocupación hospitalaria observó una reducción de 205 personas menos que el mismo jueves pasado; las hospitalizaciones pasaron de dos mil 118 a casi 450, número similar al 23 de abril de 2020, cuando apenas se iba en crecimiento, por lo que ahora se tienen dos 323 personas hospitalizadas, en donde 727 están con ventilador; se tienen cinco mil 936 camas libres en la CDMX.

Las pruebas diarias se redujeron y se promedia en 10 mil diarias, después de que se tuvieron más de 20 mil; el porcentaje de positividad promedia 7.5 por ciento, que es una tendencia clara a la baja consistencia en las dos semanas últimas, y es el mínimo histórico; se tienen cerca de 500 a 600 positivos al día; y el pasado jueves se registró el mínimo histórico de positividad en quioscos con 6.0, “y ha venido bajando en las dos últimas semanas, desde 25 por ciento que se tuvo”; mientras que la positividad en farmacias y centros comerciales es de 7.15.