¿Hasta dónde va a llegar?

4, febrero 2023

CATALINA NORIEGA

López Obrador sigue sin entender que, hasta para él que se cree omnipotente y todopoderoso, hay límites. Ahora arremetió contra Cuauhtémoc Cárdenas, uno de los pocos políticos a los que se les respeta y admira. Está desbocado, inconsciente de que sus bonos van a la baja y cada día son más los decepcionados por sus actitudes.

Da risa que se crea ejemplo de “moralidad”, cuando su comportamiento es contrario a este concepto. Es hasta inmoral, morder la mano que te dio de comer, como lo hizo el Ingeniero, padrino de la carrera política del tabasqueño. En su endiosamiento ha hecho a un lado y olvidado, a quienes por años lo apoyaron y le permitieron ascender hasta donde está, cargo al que jamás debió acceder en vista de su falta de preparación, ignorancia e incapacidad para gobernar.

Cárdenas ha sostenido una verticalidad ejemplar, una congruencia ideológica y la sabiduría para reconocer los graves problemas nacionales y la posibilidad de solucionarlos. De esas cualidades provino el ataque del emperadorzuelo de palacio, envidioso de la figura que desde siempre, lo opaca.

Un grupo de políticos, académicos, artistas, deportistas y otras nominaciones, empezó a reunirse desde hace más de un año, con el objetivo de proponer un proyecto de nación. Se inspiraron, según dijo Patricia Mercado, en el libro que publicó Cuauhtémoc por aquellas fechas, “Por una democracia progresista”.

Cárdenas asistió a las reuniones, pero dejó en claro que ni las presidía ni se haría visible por motivos políticos. Muchos le cuestionan la razón por la que procura mantenerse al margen, o, como ocurrió en el 88, ignorar las voces que le pedían encabezar una revuelta contra el fraude -que le hizo Bartlett- y le arrebató la presidencia. Así ha sido siempre.

El gran jurista Diego Valadés, sintetizó el porqué de “Mexicolectivo” -como se nombró a la asociación-. Habló del acelere del deterioro institucional y social, de la crisis de la ética pública, del aumento de la incertidumbre y del déficit de gobernabilidad. “Los mexicanos padecemos arbitrariedad en el ejercicio del poder; discrecionalidad en la aplicación de los recursos públicos; manipulación de la verdad; carencia de servicios; uso poético de la pobreza y violencia impune”. Verdades como una casa.

Presentaron las conclusiones en un documento que se llamó Punto de partida, la semana pasada.
Antes de cerciorarse de que Cuauhtémoc no asistió al evento, AMLO lo tachó de “su adversario” y demás estupideces que acostumbra escupir en sus mañaneras, por formar parte de la organización que se ha permitido criticar su mamarrachada de gestión.

Su triste caricatura, la Sheinbaum, al momento replicó las mismas estulticias y el ataque contra el Ingeniero, una más de sus meteduras de pata, que la convierten en el foco de la antipatía y el rechazo de los chilangos.

Al día siguiente el tlatoani trató de dar marcha atrás, pero el daño ya estaba hecho. Confirma que en su persona no cabe el agradecimiento ni el mínimo afecto hacia quienes, reitero, lo apoyaron e impulsaron.

Mexicolectivo es una propuesta apartidista que se podría incorporar a la candidatura del 24, por parte de la alianza. Llegó la hora de pensar con seriedad en un plan que permita la recuperación de este país al que, un personaje contrario a cualquier Izquierda, sin una cualidad de gobernante, ha roto a fuerza de martillazos. Destruir es fácil. Reconstruir, ¡obra de romanos!

 

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