AIDA RAMÍREZ

Foto: PRESIDENCIA/CUARTOSCURO.COM

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), advirtió la importancia de tomar con cautela los resultados de este año que se tienen sobre Inversión Extranjera Directa (IED), toda vez que, observó, la IED registrada “no equivale a formación de capital productivo, aunque sí puede contenerla de manera parcial”.

Recordó que este tipo de inversión tiene tres componentes: reinversión de utilidades, cuentas entre compañías -entre subsidiarias y matriz, por ejemplo-, y nuevas inversiones que pueden contener capital productivo adicional.

Y si bien algunos indicadores económicos señalan que el país va por buen camino, explicó que el origen principal de la IED que ha observado México entre enero y septiembre de este año ha sido la reinversión de utilidades que sumó 24 mil 905 millones de dólares y representó el 76% del total.

Mientras que las cuentas entre compañías alcanzaron cinco mil 215 millones de dólares, el 16%.

“Estos rubros no representan la creación de un factor de producción. Al menos por lo pronto, no significan más capital para la producción. Por ahora, son solamente movimientos de capital financiero”, aseveró.

Se señaló que las nuevas inversiones es el segmento que puede considerarse como formación bruta de capital, aunque no necesariamente en su totalidad. En el periodo enero-septiembre sumaron dos mil 806 millones de dólares, cifra 81% menor a la del mismo periodo del año pasado. Incluso excluyendo los 6 mil 875 millones de dólares de las operaciones extraordinarias de ese entonces el monto de las nuevas inversiones fue 63.3% menor.

“Ello sugiere cierta cautela en la percepción del capital extranjero en materializar su interés de invertir en el país”, advirtió.

Lo anterior lo precisa el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), después de que el gobierno federal festinó la Inversión Extrajera Directa y que la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que “como nunca está llegando inversión extranjera al país”.

Las cifras preliminares de la Secretaría de Economía (SE) muestran que hasta el tercer trimestre de este año, la IED sumó 32 mil 926 millones de dólares, pero “hay más de una manera de apreciar su evolución anual”.

La práctica es comparar las cifras preliminares del periodo con las preliminares de un año antes, ya que “normalmente se ajustan al alza durante los siguientes doce trimestres hasta poder considerarse definitivas”.

Así, en el mismo periodo de 2022 -entre enero y septiembre-, la cifra preliminar correspondiente fue similar, esto es, de 32 mil 147 millones de dólares. Sin embargo, para una comparación más válida habría que deducir de este último monto los seis mil 875 millones de dólares debido a operaciones especiales de una sola vez que se llevaron a cabo entonces; así, el incremento anual entre enero-septiembre de 2022 y 2023 sería 30 por ciento.

Y si se considera la base revisada de 2022 -reportada en las cifras de balanza de pagos-, “el monto de los tres primeros trimestres de 2023 fue 5.0% menor a la de un año antes de 34 mil 498 millones de dólares”.

Por ello, el CEESP sostuvo que la IED es una gran oportunidad para México con la relocalización de las cadenas de oferta (nearshoring) por parte de empresas extranjeras e incluso locales, pero reiteró que, “para aprovechar al máximo sus beneficios es fundamental trabajar en fortalecer la certidumbre para el capital, en cuanto a la prevalencia del Estado de derecho, la permanencia de las reglas del juego, la seguridad de energía suficiente, la seguridad pública y la regulación adecuada, entre muchos factores”