HOUSTON, Texas.- El mariscal de campo Tom Brady protagonizó el pasado domingo un partido histórico al conseguir el pase de touchdown 600 y también lo convirtió en un intercambio de recuerdos memorables con dos aficionados como protagonistas de su hazaña deportiva.

Brady tenía un recuerdo que quería que le devolviera un aficionado en las gradas y otro que deseaba regalar a su admirador más grande después de su última actuación.

El receptor abierto Mike Evans tomó el touchdown No.600 y dio el balón a un aficionado en los asientos de la zona de anotación, luego lo celebró con su mariscal de campo.

Un directivo recuperó el balón a cambio de varios obsequios.

Cuando le dijeron que el fanático devolvió el recuerdo con mucho gusto, explicando que no podía decirle que no a Tom Brady, el mariscal de campo respondió: ‘Eso es genial. Él recibirá algo lindo a cambio’.

Con aproximadamente 80 segundos para el final del partido del domingo, Brady se acercó a las gradas y entregó una gorra de Bucaneros ‘Crucial Catch’, que es parte de la campaña de concienciación sobre el cáncer, a Noah Reeb, de 9 años, quien asistió al encuentro con un cartel que decía: ‘Tom Brady me ayudó a vencer el cáncer de cerebro’.

El niño, cuyo padre, James, escribió en Instagram que era el primer partido de la NFL de su hijo, rompió a llorar cuando conoció a Brady y consiguió la gorra.