La derrota

17, noviembre 2022

PEDRO PEÑALOZA

Lo que empieza en cólera termina en vergüenza.

Benjamín Franklin

El pasado domingo 13 de octubre las céntricas calles de la CDMX fueron escenario de una vibrante manifestación de masas, congregadas para rechazar el desplante autoritario que contiene la iniciativa del ciudadano presidente López Obrador, con el evidente propósito de que el gobierno vuelva a apoderarse de las instituciones electorales.

El contenido de semejante propuesta oficial tiene como eje vertebral que el grupo gobernante ocupe, a través de sus personeros, las áreas estratégicas del sistema electoral nacional. Todo ello bañado con un lenguaje “sufragista” y “popular”, lo cual es una burda fachada.

La iniciativa señala que mediante listas de 60 candidatos en total (en su mayoría elegidos por el partido en el poder), veinte por el poder ejecutivo, veinte de la Cámara de Diputados y veinte de la SCJN, harán campañas para ser votados y ocupar las responsabilidades en el Consejo General del INE y el Tribunal Federal Electoral. No importando si tienen el perfil profesional para esos encargos, ni los recursos para promoverse. Por supuesto, no se requiere mucho talento para imaginar quienes serán los candidatos propuestos.

Se puede afirmar que la marcha forzó al PRI para que definiera su voto en contra. Por ello, López Obrador anunció que, ante la imposibilidad de obtener la mayoría calificada, optará por un “plan B”. Sin embargo, AMLO está en serios problemas, puesto que lo esencial  de su propuesta se encuentra normado en los artículos 41, 52 y 99 de la constitución y no los podrá tocar. Su imposición, su falta de diálogo y acuerdos le cobraron factura. Los insultos en las mañaneras no funcionaron, la movilización en las calles fue un duro golpe para el ego del señor de Palacio.

Ante su derrota política el tabasqueño reacciona con un desplante infantil, por eso  anunció que sacará a sus destacamentos de fanáticos y acarreados  para demostrar  “su fuerza” el próximo domingo 27. ¿Para qué su toma de las calles, si ya no pasó su iniciativa? Está claro que busca amortiguar el golpe con una catarsis masiva, una ratificación de que él sigue siendo el patriarca. El señor presidente necesita que sus huestes lo endiosen. Es una necesidad psicológica, inherente para quien está acostumbrado a mandar y  someter a los distintos.

No importa si al final de la caminata da su enésimo informe, será intrascendente el contenido de su palabrería y demagogia. Lo único festivo es que hoy el inquilino  de Palacio sufrió un descalabro. Ya vendrán otras duras batallas que tendrán que ver con la disputa del poder, con un autoritario enojado. Veremos.

@pedro_penaloz