La prevención y la protección civil

23, mayo 2023

ALEJANDRO ARMENTA

El concepto moderno de Protección Civil surge a raíz de la Primera Guerra Mundial, cuando la Organización de Naciones Unidas (ONU) firma el 12 de agosto de 1949 el Protocolo 1, adicional al Tratado de Ginebra, como “Protección a las víctimas de los conflictos armados internacionales” y, en el caso de México los desastres como la erupción volcánica de 1982 en Chiapas, la explosión en San Juan Ixhuatepec en 1984 y el terremoto de 1985, significaron el punto de partida para la creación del Sistema Nacional de Protección Civil en México en 1986.

En coordinación con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se impulsó a personal académico de alto nivel para que se dedicara a actividades de investigación y desarrollo en prevención de desastres, dando como resultado la creación, el 20 de septiembre de 1988, del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), con carácter de órgano administrativo desconcentrado, jerárquicamente subordinado a la Secretaría de Gobernación.

Además, en nuestro país contamos con una Ley General de Protección Civil y leyes de Protección Civil en todas las entidades federativas, así como un Manual de Organización y Operación del Sistema Nacional de Protección Civil, que establece el marco de actuación y coordinación de todos los sectores que integran dicho sistema.

La geografía de México contempla ecosistemas que involucran fenómenos naturales como temblores, inundaciones y, en últimas fechas, riesgos de erupción como es el caso del Volcán Popocátepetl ubicado en el estado de Puebla. Basta recordar lo que sucedió del 28 de marzo al 3 de abril de 1982 con la erupción del volcán Chichonal, guardián de las Montañas del Norte, en el estado de Chiapas con un registro de cerca de 2 mil desaparecidos y 124 decesos; sin que existiera una cifra oficial de la devastación.

Lo cierto es que la mayor devastación de esa erupción ocurrió en las inmediaciones del volcán, siendo los municipios más afectados Francisco León y Chapultenango que desaparecieron por completo, Nicapa, Esquipula, Guayabal y El Naranjo. 

Por ello, la prevención es un concepto primordial para implementar medidas de protección ante cualquier tipo de peligro que se presente en nuestro entorno a través de  disposiciones y acciones que las autoridades y la población realizan; la prevención nos ayuda a identificar riesgos y el cómo enfrentarlos cuando se presenten, incluyendo el proceso de recuperación de las consecuencias en caso de emergencia o desastre.

La tarea primordial  para que ese binomio de prevención y protección civil rinda resultados, es la concientización de todos los ciudadanos en casa, con la familia, escuela o trabajo para informarnos y seguir las indicaciones que los órganos especializados emiten ante los distintos fenómenos a los que estamos expuestos.

Informarnos es prevenir y prevenir puede significar la diferencia para que un fenómeno de riesgo no se convierta en tragedia. La tarea es de todos.