La representante de ONU en El Salvador destaca importancia de Acuerdos de Paz

16, enero 2021

San Salvador, 16 ene (EFE).- La representante de la Organización de las Naciones Unidas en El Salvador, Birgit Gerstenberg, destacó este sábado la importancia en la vida democrática del país de los Acuerdos de Paz de 1992, que pusieron fin a más de una década de guerra civil.

“Los cambios desde los Acuerdos de Paz posibilitaron, por primera vez, procesos democráticos como elecciones libres y justas, y la creación del Tribunal Supremo Electoral que a la fecha ha administrado seis elecciones presidenciales y nueve municipales y legislativas”, sostuvo Gerstenberg en un artículo de opinión publicado en diario La Prensa Gráfica.

El Salvador conmemora este 16 de enero los 29 años de la firma de la paz en México, pacto que contó con el respaldo de las Naciones Unidas.

La coordinadora residente de las Naciones Unidas para El Salvador y Belice recordó que estos acuerdos permitieron la creación de la Comisión de la Verdad, que en 1993 publicó un informe sobre los crímenes de guerra y que hasta la fecha es referente para activistas de derechos humanos.

Añadió que con los acuerdos se “reformaron y depuraron las Fuerzas Armadas, disolvieron los cuerpos policiales existentes, crearon la PNC (Policía Nacional Civil) y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos”.

Además, se “reformaron el organismo judicial y el sistema electoral, y abrieron la posibilidad de un diálogo sobre las políticas económicas en el país”.

Gerstenberg señaló la importancia de conmemorar la firma de la paz entre la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido de oposición, y el Gobierno.

“A pesar de incumplimientos, desafíos y limitaciones, este fue un proceso gigantesco de transformación del cual el pueblo salvadoreño puede estar orgulloso”, indicó y sostuvo que los aniversarios “son momentos idóneos para la reflexión acerca de dónde venimos y a dónde queremos ir, por eso, es bueno celebrarlos”.

Por segundo año consecutivo, el aniversario del final de la guerra civil salvadoreña se ve marcado por el silencio oficial, dado que el Gobierno de Nayib Bukele no ha realizado actos oficiales.

El mandatario tildó a la guerra civil y los Acuerdos de Paz de 1992 de “farsa” y “negocio”.

La guerra salvadoreña dejó unas 75.000 personas muertas y 8.000 desaparecidos, según cifras oficiales, y fue hasta 2016, por orden de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que se abrió la puerta para juzgar los crímenes de lesa humanidad.

Entre estos destacan el magnicidio del arzobispo, ahora santo católico, Óscar Arnulfo Romero (1980) y las masacres de seis padres jesuitas junto a dos mujeres (1989) y la de unos 1.000 campesinos en El Mozote (1981). EFE