Los villanos favoritos

7, marzo 2023

CÉSAR MARTÍNEZ

Existen, desde mi particular punto de vista, tres niveles de análisis en el futbol profesional.

El primero tiene que ver con el público, con el aficionado, quien, desde sus sensaciones, en una especie de circo romano levanta o baja el pulgar a los protagonistas del juego.

El segundo corresponde a los comunicadores y analistas profesionales, quienes, desde una perspectiva teórica, con buena o mala intención, ofrecen una crítica o punto de vista sobre las situaciones del juego.

El tercero tiene que ver con las directivas y cuerpos técnicos de los equipos, que a través de la información de primera mano tienen la posibilidad de un diagnóstico real y sobre todo con la capacidad de acción y reacción según corresponda.

Aplicado a lo que hoy vivimos:

En varios de los clubes más importantes se abuchea y se rechaza a determinados futbolistas, entrenadores y directivos, hoy considerados los villanos en cada institución.

Cata, Baca, Layún, Jiménez, Puente, apellidos recurrentes en el rechazo popular y que se acentúan conforme al resultado de cada fin de semana.

No soy creyente de que “Vox Populi, vox dei.”

También el “pueblo” puede equivocarse, pero creo en su libertad y derecho en expresar una opinión y una valorización alrededor de lo que ve. Se ha decidido desde la tribuna bajarles el pulgar y eso es irreprochable.

Corresponde a las dirigencias internas de los equipos reaccionar ante tales situaciones. Tomar decisiones más allá del ruido de la gente y del que solemos hacer los medios de comunicación.

Las decisiones a partir de estas muestras de desaprobación y que pueden ir en un sentido u otro.

Mientras tanto, continuará por siempre el forcejeo entre estos tres niveles de análisis mencionados. Entre quienes piden cabezas rodar y aquellos que lo ejecutan o hacen caso omiso, según las circunstancias. Es válido y desde un punto de vista, entretenido, entendiendo que para quienes sufren este descontento puede ser muy estresante.

Pero que nadie pretenda revolverlos o descalificar a alguno de ellos. Cada uno tiene su valor dentro de la industria. Digámosle “no” a la “fantochería” de la descalificación hacia el que “sabe poco” o “no sabe nada” del “complejo” futbol.

Otra vez: Bienvenida la pasión, la opinión, dentro de los marcos de acción que corresponden a cada parte.

Que hay víctimas, victimarios y villanos, ni duda cabe. No hay que dramatizar es parte de esta película llamada vida.

TOMAN TODO

Con la delantera tomada por Andrés Lillini, rumbo a la dirección técnica de la Sub-23, queda claro que el grupo en el poder, al más puro estilo de la política mexicana, pretende “Carro completo.”

Meritocracia cero, en esta designación. Por lo menos no la que pueda considerarse suficiente para ocupar tan valorado cargo.
Reitero con pena y cierto enojo: Tal vez mi colega Alejandro Fantino no estaba tan equivocado cuando dijo que, “El futbol mexicano tiene un complejo de inferioridad con respecto a Argentina y queremos parecernos a ellos.” Tal vez…

Tuiter: @Cesarmartinezmx