Gaby Salido

Toda sociedad espera de su Gobierno resultados en materia de transparencia, honestidad y compromiso con el servicio público; no obras faraónicas o recortes de presupuesto que comprometan las condiciones de una Ciudad habitable, por aparente austeridad.

El Gobierno y sus funcionarios en turno, son evaluados por la calidad de los servicios públicos, la eficiencia de los programas sociales y la adecuada aplicación o destino de los recursos públicos.

En esa evaluación, se considera la respuesta y capacidad de reacción en casos de emergencia, como en la tragedia del pasado sábado en el Metro.

Igual que hace 2 años, enero es la fecha y el Metro el escenario, para que la CDMX se cubra de luto; en 2021 por el incendio en el centro de control, ahora por el choque de trenes en la Línea 3.

A 7 días de comenzar este año 2023, en vez de sumar recursos para la atención del transporte y la movilidad, lamentablemente se suma el sufrimiento y dolor de familias capitalinas, al costo ya invaluable de la pérdida de vidas humanas, que han cobrado los incidentes en la historia de este medio de transporte.

Mientras la sociedad intentaba sanar la herida por la caída de la línea 12, la falla en la estación Tacuba, el corto circuito en la línea 2 y en la línea 9, o la colisión de trenes en Tacubaya, esta administración acumula otro accidente, a los que aún están pendientes de resolver.

Sin oportunidad de cuestionamientos, la Jefa de Gobierno pronunció un mensaje tardío y autoritario, prejuzgando de oportunistas y de lucrar con la información a los medios de comunicación y a quienes cuestionan lo ocurrido. Sin embargo, pedir justicia no es politizar.

No obstante, esa respuesta calculada y coordinada en diferentes áreas de su Gobierno, es para no dar datos que comprometan a algún servidor público como en ocasiones anteriores.

Ahora, Claudia Sheinbaum deberá asumir la responsabilidad de su administración y afrontar que la falta de mantenimiento preventivo y correctivo del Metro está presente en los últimos incidentes. Es insostenible la austeridad como excusa, ante la inversión de recursos en un Sistema de Medios Públicos, que está a su servicio.

Justamente ese Sistema de Medios debería comunicar, no otros servidores públicos de su administración, que se valen de un celular y de redes sociales para dar información oficial; en vez de hacerlo en conferencia de cara a la ciudadanía. A eso, la 4T le llama transparencia.

Esta tragedia tiene un matiz distinto, pues ahora es turno de ver la labor y resultados del Consejo Consultivo del Metro, instalado apenas en diciembre, pues antes de pensar en un Plan Maestro como Claudia Sheinbaum proponía, tienen la misión de regresar seguridad y modernidad en lo que queda de este medio de transporte.

Quienes forman parte de la 4T en la CDMX, repiten que esta administración ha hecho más cosas con menos recursos; sin embargo, en nombre de su “Austeridad Republicana” se ha comprometido en algunos casos, la simple operación de dependencias, o la prestación diaria de un servicio.

Por eso, la ciudadanía juzga los resultados de este Gobierno y en efecto, MORENA ha hecho más con menos: más daño y desperfectos a la Ciudad, con menos resultados y en menos tiempo que cualquier otra administración.