LO GOLEA 4-0

El delantero mexicano es titular, pero a pesar de sus esfuerzos no puede anotar y otra vez se va en blanco

Khvicha Kvaratskhelia lideró la victoria del Nápoles ante el Monza (4-0), equipo recién ascendido, con un doblete y una actuación brillante en lo que fue su estreno en el ‘Diego Armando Maradona’, ante sus nuevos aficionados, en la segunda jornada de la Serie A.

Segunda jornada y segunda victoria de un Nápoles que convence. En el primer choque de la temporada, los partenopeos continuaron por la buena senda que ya iniciaron la jornada pasada ante el Hellas Verona y solucionaron esos problemas defensivos que hubo en el primer juego.

Los de Spalletti dominaron a un Monza que, pese a ser un equipo recién ascendido, es un proyecto ‘trampa’. Y es que bajo el mandato del magnate italiano Silvio Berlusconi, el Monza ha hecho más de diez fichajes, algo poco habitual para equipos recién llegados de la Serie B.

El protagonismo de la tarde en Nápoles se lo llevó el recién llegado Kvaratskhelia, que se presentó ante su nuevos ‘tifosi’ con un golazo desde fuera del área en el minuto 34. Y los azzurri’ encarrilaron el juego justo antes de dirigirse al túnel de vestuarios con el gol de Osihmen.

En el 61 Kvaratskhelia sentenció con un recorte y firmó el doblete, con lo que llega en grande a Nápoles.

Cerró la goleada el central surcoreano Kim Min-Jae, que también debutó en el Diego Armando Maradona, con un testarazo en un saque de esquina hacien valer su superioridad en el juego aéreo.

El Nápoles confirmó tras esta victoria que es un equipo a tener en cuenta para todo. Buen juego, solidez defensiva y un ataque renovado con un Kvaratskhelia sorprendente y al que hay que sumar al argentino Giovanni Simeone, que tendrá que esperar la próxima jornada para hacer su debutar con la elástica napolitana.

En cuanto al mexicano Hirving Lozano, fue titular con el Napoli y jugó 77 minutos, para posteriormente salir y dejar su sitio a Zerbin. El Chucky no pudo hacerse presente en el marcador, de hecho su trabajo esta vez fue discreto, porque sufrió ante la férrea marca de los rivales, que metieron fuerte la pierna y se valieron de todo para detenerlo a él y a los hombre habilidosos del Nápoles, y aunque busco participar y hacer algo por su causa, no pudo generar ocasiones de peligro y al final de cuentas pasó de noche y tuvo que salir de cambio. Sigue con la pólvora mojada.