No fue paliza a Trump; será el mismo trato cuatro años

4, noviembre 2020

Nuevamente, como hace cuatro años, fallaron las encuestas.

Los pronósticos, los análisis, las conclusiones adelantadas.

La patanería, las mentiras, el populismo y, sobre todo, 233 mil muertos y diez millones de contagios por la epidemia mal atendida de Covid-19 y una mala estrategia, no fueron suficientes para echarlo de la Casa Blanca.

Donald Trump sorprendió de nuevo al mundo al pelear de tú a tú en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y anoche parecía ganar.

Tal como hizo con Hillary Clinton en 2016.

Joe Biden, el favorito en todos los sondeos, en algunos hasta por diez puntos, se desinfló, perdió fuerza.

Cerca de la medianoche llamaba a esperar el conteo final y se decía optimista. Discurso de quien se sabe abajo en los resultados.

Los expertos, los analistas, aseguran que el discurso de incremento de impuestos de Biden, el candidato demócrata, restó apoyo ganado, sumado al fantasma del comunismo.

Florida, estado fundamental para ganar la elección presidencial, fue para el republicano.

Dicen los expertos que un estado lleno de venezolanos y cubanos votó en contra de la izquierda -demócratas- y de cualquier viso de comunismo.

-No, gracias, dijeron en las urnas, después de huir de esos países, donde el comunismo o intento de ello los tenía viviendo en la miseria.

Y los expertos, esos que daban hasta 10 puntos de ventaja a Biden, tendrán que comenzar a disculparse porque los demócratas, salvo que ocurra alguna sorpresa, se quedarán cuatro años más.

Esta madrugada, Donald Trump estaba arriba en estados clave, donde se perfilaba la victoria.

Lo que parecía una competencia reñida terminó en amplia ventaja para el republicano.

Trump y su equipo atinaron en la estrategia.

Pasada la medianoche dio un madruguete en twitter, su principal arma desde la campaña de 2016, al proclamarse ganador y acusar a Biden de pretender robarse la elección.

Biden,  más cauto, con una personalidad distinta, sólo atinó a pedir esperar el conteo final.

 

La suerte de Andrés Manuel 

Para Andrés Manuel López Obrador, la victoria -si se confirman las tendencias- de Trump significa estabilidad en el trato entre gobiernos, pese a las muestras de autoritarismo y dominio que el empresario da diariamente.

Así ha sido históricamente con el presidente, del partido y color que sea, en turno.

El sexenio de López Obrador concluirá cuando lo haga también el que comenzará con el nuevo presidente, que parece será su amigo Trump.

La victoria de Biden significaría comenzar de cero.

 

ISSSTE, líder contra cáncer infantil

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es líder en América Latina en tratamiento de cáncer infantil, con una sobrevida de cinco años en pacientes con leucemias y se encuentra a sólo ocho puntos de los niveles que tiene Inglaterra.

Así lo dijo su director general, Luis Antonio Ramírez Pineda, durante la reciente inauguración de la ampliación de los servicios de Hematología y Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre, que contará con 43 camas y tres cunas.

Actualmente el instituto tiene una tasa del 66 por ciento de sobrevida en cáncer infantil, más alta que la media nacional que es del 57 por ciento.

 

Vámonos: Los saltimbanquis se acomodan.

 

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