Nosotros tenemos otros datos

2, abril 2023

FELIPE ARIZMENDI

Obispo Emérito de SCLC

MIRAR
En altas esferas federales se afirma que nuestro país va muy bien. Ciertamente hay muchos progresos en varios aspectos; eso no se puede negar. Sin embargo, nosotros tenemos otros datos. Bastantes personas y familias huyen del país, porque aquí no encuentran seguridad. Si estuviéramos muy bien, no se irían. Si muchos migrantes llegan a México, no es para quedarse aquí, sino para llegar a los Estados Unidos. Si estuviéramos muy bien, muchos anhelarían quedarse entre nosotros, y no ser sólo un paso obligado de tránsito.

En las altas esferas federales se afirma que han bajado los delitos de alto impacto y que hay más seguridad. ¡Qué bueno! ¡Ojalá sigan bajando esos crímenes! Sin embargo, nosotros tenemos otros datos. Los delitos de impacto cotidiano, como son las extorsiones, son ya un problema no regional, sino nacional. Casi nadie se libra de ser amenazado con que, si no paga lo que esos delincuentes exigen, su vida y la de los suyos están en peligro. Un caso, entre tantísimos otros: Una familia tenía un restaurancito de paso, muy sabroso por cierto. Como se negaron a pagar la cuota impuesta arbitrariamente por los extorsionadores, éstos secuestraron y asesinaron a la mamá, amenazaron a otros de la familia, y se tuvo que cerrar esa fuente de trabajo. Historias como esta, abundan en todo el país. ¿Han bajado estos delitos? Todo lo contrario.

En altas esferas federales se afirma que el pueblo está contento. Es cierto. Hay miles de personas que están convencidas de que este es el camino a seguir y lo defienden. Las encuestas lo confirman. ¿Quiénes están contentos? Los que de algún modo se han beneficiado de este sistema, sobre todo los jóvenes y ancianos que reciben apoyos gubernamentales, que ya existían desde otros períodos, pero que ahora se han incrementado, en particular en tiempos electorales, como una forma de comprar su voto. ¡Eso es indigno y repugnante; eso pervierte la sana democracia”. Nosotros tenemos otros datos. Hay mucha oposición de quienes están informados de lo que realmente pasa en el país, y de aquellos que están sufriendo la inseguridad de cada día.

DISCERNIR
Los obispos mexicanos, que escuchamos las quejas y dolencias del pueblo, en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 sostenemos: “Hoy vivimos situaciones que nos han rebasado en mucho y que son un verdadero calvario para personas, familias y comunidades enteras, en una espiral de dolor a la que por el momento no se le ve fin. Muchos pueblos en nuestro país experimentan constantemente la inseguridad, el miedo, el abandono de sus hogares y una completa orfandad por parte de quienes tienen la obligación de proteger sus vidas y cuidar sus bienes. Tal parece que esta situación de violencia ha rebasado a las autoridades en muchas partes del país, los grupos delincuenciales se han establecido como verdaderos dueños y señores de espacios y cotos de poder y, debido a la furia y a la capacidad de terror de muchos de ellos, han puesto a prueba la fuerza de la ley y del orden. Son muchos los sufrimientos que a causa de la violencia a lo largo de estos últimos años se han ido acumulando en las familias del pueblo mexicano” (56).

ACTUAR
Quien pueda hacerlo, hable con las autoridades de cualquier nivel, o con su diputado local o federal, y manifiésteles lo que realmente estamos viviendo, para que, si les es posible, lo hagan llegar a las altas autoridades federales, aunque pareciera que éstas no escuchan. Y hagamos cuanto podamos por despertar la conciencia de lo que realmente vive el país.