JESÚS TEPEPA

Foto: Cortesía Ocesa

Un año más del Festival Vive Latino cumpliendo para todos los amantes de la música y en el que por lo menos dos generaciones se hicieron presentes, aquellos jóvenes veinteañeros que en el lejano 1998 vivieron la primera experiencia y que se hicieron adictos a él ahora fueron con sus hijos o incluso con nietos, quienes heredaron el gusto por vivir la experiencia.

Parejas que se conocieron ahí mismo y que fueron a confirmar y agradecerle el que por coincidir se volvió estar juntos toda la vida.

Pero sin duda lo que nunca falta en un Vive Latino es que el clima nunca es fiel y el del domingo demostró que la agrada estar presente, al inicio con un sol que quemaba, en donde era el pretexto para echarse unas chelas pero antes de que el sol se fuera las nubes grises hicieron su aparición y con ellos una lluvia que sólo alboroto a comprar los impermeables, algunos más abusados si llevaban chamarra para taparse. Ya en la noche en el cierre un fuerte viento y el frío llegaron pero no se sentían porque el calor de la gente y estar reunidos lo quitaba.

Así, las cuatro estaciones se dieron cita, también quisieron ser los protagonistas de esta fiesta y fueron testigo de las grandes actuaciones del Tokio Ska Paradise Orchestra, Lost Acapulco, Allison, que en diferentes escenarios aunque al caer la tarde y llegar la noche esperaban los regresos de Los Bunkers y Red Hot Chilli Peppers.

En el caso de los chilenos, tuvieron un esperado retorno al escenario donde hace una década decidieron hacer una pausa y fue de la mejor manera con rolas como Miéntele, que hicieron vibrar a los más de 60 mil personas reunidas.