Produce estrés reacción inflamatoria y baja en el sistema inmunológico: UNAM

5, noviembre 2022

PATRICIA RAMIREZ

Foto: Cuartoscuro

Los altos niveles de estrés se asocian a cambios inmunológicos intensos y uno de ellos es la respuesta inflamatoria: a mayor elevación de esta somos más vulnerables y frágiles biológicamente, porque nuestro cuerpo está más débil para defenderse, advirtió el doctor Benjamín Domínguez Trejo, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Explicó que se sabe que alrededor del 70 por ciento de los mexicanos sí pueden manejar bien el estrés y un 30 por ciento no, por lo que hay que mejorar las herramientas de medición.

Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 15.4 por ciento de la población adulta de México señaló tener síntomas de depresión, y en las mujeres se incrementó hasta 19.5 por ciento. Además, 19.3 por ciento también reportó padecer signos de ansiedad severa.

En tanto, 31.3 por ciento de los adultos expresó tener ansiedad mínima o en algún grado, según la Encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Por ello, destacó la importancia de conocer factores que pueden contribuir a modularla en la población mexicana y uno de ellos es la actividad física y tener una buena salud mental, así como redes de apoyo.

Las personas que caminan más de seis mil pasos al día, que es alrededor de 30, 40 minutos de caminata, tienen menores niveles de inflamación. Esta es una práctica que puede hacer cualquier persona, incorporarlo a sus hábitos para mejorar sus defensas inmunológicas”, sentenció.

Asimismo, acotó que cada vez es más sólida la evidencia de que, al contar con percepción de apoyo social, tiene grandes repercusiones para la conservación de nuestra salud física y emocional.

“Una persona que se siente tratada injustamente, presenta niveles de inflamación más elevados y en este sentido, es más vulnerable”, añade quien durante más de tres décadas ha colaborado en la evaluación y apoyo para cuidar la salud mental y bienestar de pacientes con cáncer.

Asegura que una de las grandes lecciones es que incluso una persona con cáncer avanzado puede tener niveles altos de salud mental, ya que la capacidad humana para adaptarse es enorme. 

Los especialistas pueden apoyarlos al reconocer factores que contribuyan a la adaptación de una manera menos complicada, al impacto de las fuentes de estrés, tanto físico como psicológico.

Ante este panorama, insistió en que realizar una actividad física diaria durante 30 o 40 minutos, sentirse querido, apoyado, no discriminado -conocido como percepción de apoyo social-, y practicar la respiración lenta, son factores psicológicos que contribuyen a bajar o modular la actividad inflamatoria, relacionada con cambios inmunológicos intensos generados por estrés.

Agregó que el estrés es el componente mental que afecta aproximadamente a 30 por ciento de la población mexicana, la cual padece hipertensión, cáncer, diabetes y demás enfermedades no transmisibles y transmisibles como la Covid19.

Una de las grandes lecciones es que incluso una persona con cáncer avanzado puede tener niveles altos de salud mental, ya que la capacidad humana para adaptarse es enorme. 

Otro procedimiento sencillo que cualquier individuo puede poner en práctica es la respiración lenta, incluida la realización de yoga. 

“Es un recurso que permite poder transitar de un estado de estrés elevado a uno de serenidad, en minutos, sin tener que recurrir a fármacos”, agrega Domínguez Trejo.

El experto universitario señala que la pandemia por la Covid19 mostró que quienes manejan inadecuadamente las situaciones con niveles medios o altos de incertidumbre, sufren más consecuencias negativas en su salud emocional y física.

De acuerdo con Domínguez Trejo, no se perciben acciones que permitan pensar que en un futuro cercano se pueda reducir el estrés, más bien, seguirá creciendo.

El estrés es sinónimo de vida, según Henri Laborit; es el hecho de estar vivos biológicamente, que tengamos que forcejear con cambios que ocurren todo el tiempo bajo nuestra piel y en el ambiente del que formamos parte.

“Es ese forcejeo continuo, el hecho mismo de estar vivos produce estrés, en algunos casos, en niveles inmanejables, prolongados o intensos. 

A ellos se suman nuestros miedos, la manera en que nos preparamos para la incertidumbre”, añade el experto en aplicación y diseño de tratamientos no invasivos de tipo psicológico para problemas de salud, dolor crónico, estrés postraumático, adicciones”, indicó.

Una de las tareas pendientes en la materia, precisa el especialista, es medir, cada vez con mayor precisión, qué personas son más frágiles para el manejo del estrés en México y quiénes tienen esas herramientas que les permiten transitar por situaciones elevadas de tensión y salir de ellas, incluso, poder ayudar a otros.