Mientras en Estados Unidos se pedirá una prueba negativa con máximo 76 horas de haberse aplicado para poder entrar, en México se ha decidido que no tiene sentido.

¿Sabrá más Hugo López-Gatell que los científicos y médicos estadunidenses?

Podría ser, porque en el mundo no hay otro funcionario como él.

Así se hizo cuando surgieron los primeros casos y algunos países instalaron filtros en los aeropuertos para detectar casos importados.

El subsecretario de Salud dijo, entonces y ahora, que no sirven de nada esos puntos de revisión, porque el virus, de cualquier forma iba a entrar al país.

¡Y de qué forma!

Así se hizo con el cubrebocas, que, por cierto, sí se coloca cuando viaja, como el fin de semana que estuvo en Argentina. Ahí sí se lo pone y no da discursos cantinflescos sobre la importancia de utilizarle. Su mensaje, fue y es ambiguo, de ocurrencias. Contradictorio.

Mientras, ayer se reportaron mil 314 muertos por Covid-19, la peor cifra hasta ahora.

A este ritmo, enero, con dieciocho días aún por delante, cerrará con 151 mil muertos.

¡Qué tragedia!

Y aún hay quienes se pasean impunemente sin cubrebocas en las calles, en los sitios públicos, sin que haya autoridad alguna capaz de exigir que se lo coloquen.

¡Y cómo va a haberla, si el discurso es que no son gobiernos represores, como los del pasado!

La llegada ayer de 439 mil vacunas de Pfizer, quinto envío, genera esperanza para los 125 millones de mexicanos, pero el uso político y electoral que Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon están haciendo es absolutamente inaceptable.

López Obrador presume como si fuese algo nuevo o como si fuera el salvador de la Patria, que la aplicación de ésta será universal y gratuita y que existen 35 mil millones de pesos ahí, guardaditos, disponibles, para comprar las dosis necesarias.

Nada más faltaba eso. Que no tuvieran dinero, cuando desde que comenzó esta administración el 1 de diciembre de 2018 lo único que se ha hecho es recortar y recortar, sin importar a quien se afecte.

Las vacunas, con los gobiernos del PRI y del PAN, sí los neoliberales cómplices que se turnaban el poder, siempre fueron gratuitas y universales.

¿Entonces dónde está el logro único y cuasi imposible del gobierno lopezobradorista?

Y todavía Ebrard Casaubon se atreve a decir y a repetir cuantas veces sea necesario: “Misión cumplida”.

Bájale mi Carnal, no vaya siendo que te caigas en la ruta presidencial que te has trazado.

Y los spots de Morena, como dicen los abuelos, no tienen perdón de Dios.

Atribuirse la aplicación de la vacuna y venderla como un logro suyo es un acto deplorable, no sólo políticamente.

Por cierto y a propósito de spots, ¿recuerda aquel de 2006 cuando los empresarios, el Partido Acción Nacinal (PAN), el entonces presidente Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa pagaron para atacar a Andrés Manuel en una guerra sucia absoluta y descaradamente declarada?

Entonces, desde este espacio, señalé la bajeza que se cometía en contra de Andrés Manuel.

Aquel “López Obrador, un Peligro para México”, mientras se exhibían imágenes dramáticas en blanco y negro, a cámara rápida, de pobreza y hasta miseria.

Se contrató al sicario político español Antonio Solá Reche, experto en guerra sucia.

Hoy, Morena, que no mueve una hoja sin la autorización de su creador y administrador- Andrés Manuel – hace lo mismo con la alianza PRI, PAN, PRD, llamada Va por México y califica al PRIAN como cómplices que fingían resultados en las elecciones para alternarse el poder y hoy se han descarado, como un tumor que hay que extirpar.

¿Y la congruencia?

¿También lo hizo Solá?

El PRI contestó, y duro.

Llama al gobierno de Andrés Manuel y a Morena, una desgracia para el país.

Saque sus conclusiones.

 

Vámonos: La encuesta de Ecuación consultores de diciembre muestra a Morena como primer lugar en las preferencias para la elección de alcalde, allá por junio.

Lidera con 27.4 puntos, seguido del PAN, con 21.3 y el PRI, con 6.4 por ciento.

Y en candidatos o reconocimiento de nombre, Fernando Rosique Castillo puntea con 42 por ciento sobre Martín Padilla, que suma 21 por ciento, y Gerardo Trejo, con 11 puntitos.

En primer lugar está la panista, Margarita Saldaña Sánchez, con 56 por ciento.

Esto va calentándose.

 

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