Al revelar que en su gobierno se intentó vender dos mil hectáreas de terreno a precio de remate en Ticul, Yucatán, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que por ello cada dos semanas supervisa el avance de las obras del Tren Maya, en donde no hay oposición o rechazo.

Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional indicó que estos terrenos ya se recuperaron y se profundiza en las investigaciones para sancionar a los responsables.

Sin tener cierta la cantidad sobre el precio por hectárea, destacó que se pagaría la hectárea en 70 o 700 pesos, una cantidad de plano muy, pero muy ventajosa.

En este contexto, el Presidente informó que supervisará las obras del Tren Maya cada dos meses, porque se tiene que inaugurar la obra a finales de 2023, con mil 500 kilómetros de construcción de vías Férreas.

Comentó que como es un tren moderno, que se puede desplazar a 160 kilómetros por hora, requiere de una vía especial, donde se están construyendo los durmientes de concreto “y lleva una base de piedra, balasto que no hay en todo el sureste en la península”.

Agradeció a la gente por donde pasa el tren, a los ejidatarios a pequeños propietarios porque todos nos están ayudando. “No hemos tenido ningún problema, no hay oposición, la gente está a gusto”.

En el recorrido que hizo el pasado fin de semana invitó a los dueños de las empresas a supervisar las obras.

También habló del nuevo aeropuerto internacional en Tulum y expuso que es una gran obra que va a ayudar mucho al desarrollo la actividad turística en Quintana Roo.