Tamara Vega, Simone Biles y los casos de abuso sexual en el deporte

12, julio 2023

MARTÍN AVILÉS

Foto: Mexsport / Reuters

“No digas nada a tus papás, porque no van a entender lo nuestro, nuestro amor”, decía Sergio Escalante a Tamara Vega, quien aún recuerda esas palabras con un profundo temor. El entrenador nacional de pentatlón moderno tenía 27 años y la atleta tan solo 14, cuando comenzó a abusar sexualmente de ella.

Escalante pudo fácilmente manipularla al ser una figura de autoridad, pero años más tarde, la pentatleta mexicana olímpica se armó de valor, contó su historia y lo denunció por delitos de trata de personas y pederastia ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas de la Fiscalía General de la República (FGR). Se trata del último caso de abuso sexual en el deporte que sale a la luz, pero es solo la punta de un iceberg tan inmenso como desconocido, ya que muchas veces las víctimas optan por el silencio, atormentadas por el miedo.

Recientemente, la película ‘La Caída’ (2022) contó la historia de la exclavadista olímpica Azul Almazán, quien representó a México en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 en trampolín individual 3 metros, plataforma individual 10 metros y plataforma sincronizada 10 metros. Una deslumbrante carrera que, sin embargo, escondía en sus entrañas un tormento, pues durante su camino olímpico sufrió abuso sexual por parte de su entonces entrenador, Francisco Rueda.

 

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Después de la justa veraniega, Almazán reveló lo que vivió con Rueda, pero fue ignorada y su historia nunca trascendió, ya que cerca de 40 padres de familia y la psicóloga Cristina Fink apoyaron al preparador, lo que le ocasionó un profundo daño psicológico. Fue hasta 2018 cuando denunció que el preparador nacido en La Piedad de Cabadas le daba masajes que le resultaban incómodos luego de los entrenamientos y, además, veía pornografía frente a ella y cuando la citaba en su cuarto, la recibía desnudo.

En aquel entonces, las redes sociales aún no cobraban auge, por lo que el caso de Azul Almazán no tuvo el impacto mediático que hoy se tiene. Sin embargo, poco antes de Atenas 2004, los padres de Laura Sánchez denunciaron a Rueda por abusar de ella cuando era menor. Como consecuencia, fue separado de su cargo antes de los Juegos Olímpicos y se mantuvo alejado de los reflectores hasta que en 2011 se supo que ejercía en Guanajuato como entrenador y terminó casándose con Laura, a quien preparó para Londres 2012, donde consiguió una presea de bronce.

Otro de los casos de abuso sexual en el deporte que más eco causó en el deporte nacional, fue el de un presunto promotor de nombre Ángel ‘Patri’ Fuentes, quien pidió un favor sexual al futbolista José Roberto, con el argumento de así lo ayudaría a ascender en su carrera profesional. Después de haber sido abusado, el joven denunció a las autoridades y se vinculó a René Isidoro García y su auxiliar Carlos Casarín, como presuntos cómplices, por lo que fueron separados de sus cargos en el equipo Veracruz hasta que se esclareciera el caso.

De acuerdo con el filósofo esloveno Slavoj Žižek, la violencia sistémica ocurre en el trasfondo de una normalización que, al presentar ciertos comportamientos como naturales, no reconoce su carácter violento. De esta manera, el patrón de abusos, que forman parte de la cadena de violencia sistemática, se ha mantenido vigente no solo en el deporte, sino en la sociedad misma.

Una encuesta realizada por Transparencia Internacional (TI) evidenció una preocupante prevalencia de casos de sextorsión en materia del deporte con atletas de varios países —enfocado especialmente en Alemania, Rumania, México y Zimbabue—, ya que más de uno de cada tres deportistas había vivido al menos una situación de violencia sexual en el deporte organizado.

Pero cada vez son más las víctimas que rompen el pacto que normalizó los abusos, como ocurrió con el movimiento #MeToo, iniciado en Hollywood tras las acusaciones de abuso sexual hacia el productor estadounidense Harvey Weinstein, y cuya fuerza impacto hasta el mundo del deporte. A raíz de este movimiento, en 2021 se destapó uno de los escándalos más impactantes que se recuerden, cuando en la selección de gimnasia de Estados Unidos se denunció a Larry Nassar, quien fuera el doctor del equipo por haber abusado de 330 mujeres y niñas, incluidas medallistas olímpicas como Simone Biles.

Actualmente, se encuentra en prisión por los delitos de acoso y abuso sexual a las atletas, donde encara cadena perpetua al aceptar su culpabilidad. Además, las víctimas recibirán 380 millones de dólares a repartirse, por parte del Comité Olímpico y la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, luego de años de disputa legal por los daños causados.

Testimonios como el de Tamara Vega, pueden ayudar a que cada vez sean más las víctimas que se atrevan a desnormalizar las prácticas de abuso sistemático que tanto daño causan en el deporte.