¡Todo el poder al ejército!

6, octubre 2022

PEDRO PEÑALOZA

“Las bayonetas sirven para casi todo, menos para sentarse sobre ellas”.

Charles-Maurice Talleyrand

 

Frente a la exhibición de vulnerabilidad de información en la Secretaría de la Defensa Nacional el ciudadano presidente respondió con cinismo y burla, al decir que, “ya todo se sabía”. ¿Quién estaba enterado de que el inquilino de Palacio Nacional tuvo que ser trasladado, mediante una ambulancia aérea, de su rancho a un hospital militar por el “ riesgo alto” producto de una angina inestable? El golpe fue seco y la reacción mostró a un gobernante trastabillante.

La exhibición de los secretos, por parte del colectivo Guacamaya, a la institución estatal más opoca de todas fue de 6 terabytes. Dentro de la información se encuentran contratos del tren Maya, del aeropuerto Felipe Ángeles o del futuro aeropuerto de Tulum; así como, informes confidenciales de inteligencia, incluyendo fichas detalladas de delincuentes y hasta la agenda personal del general Luis Cresencio Sandoval.

Por supuesto, hay mucha información más, que la SEDENA, con el argumento de “seguridad nacional”, había mantenido en secreto.

Queda claro que las fuerzas castrenses son un aparato que no sólo cumple sus funciones constitucionales, sino que espía y da seguimiento a los opositores, a la delincuencia organizada, a embajadores, y de manera destacada, al propio presidente.

Y eso las hace un factor de influencia política determinante.

No olvidemos que ahora hay una élite militar multimillonaria, privilegiada e influyente.

Y lo evidente y grave, es que tenemos a un presidente prisionero de esa cúpula, pero, sobre todo,  sujeto a sus dictados y desplantes. Vease al general diciendo discursos amenazantes y autoritarios.

AMLO no duda en defender a una élite militar que puede hostigar a periodistas y a miembros de la sociedad civil. Su negativa a aceptar siquiera la posibilidad de conductas irregulares del ejército lo dibuja de cuerpo entero, en especial su debilidad evidente.

Los atropellos y la arbitrariedad del viejo Estado Mayor Presidencial, resultan minucias ante las concesiones, sin límite, que hoy se le ha otorgado en todos los circuitos del aparato estatal.

En resumen, tenemos un contexto de pesadilla: militares al desnudo, con sus sótanos al descubierto y su impunidad a cuestas, un presidente y su empleado de Bucareli presionando y chantajeando pequeños y miserables senadores para que vota en por un dictamen engañabobos y sigan los milicos en su mar de privilegios, por lo menos, hasta 2028.

Y en tanto, las calles seguirán llenas de ríos de sangre  y de miedo colectivo.

El 96% de los delitos son del fuero común y eso no se modificará. Las policías locales seguirán débiles y corruptas. ¡Cuidado!

Twitter:@pedro_penaloz