¡Todo el poder!

10, noviembre 2022

PEDRO PEÑALOZA

Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso. Edmund Burke Como es costumbre, las prioridades en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) son las que el presidente decida y el de 2023 no será la excepción, con el énfasis de que no se le cambiará ninguna coma. Y todo indica que así será. Hace unas horas, los legisladores morenistas y sus compañeros de viaje ya levantaron la mano ciegamente. En este contexto, un elemento que debemos denunciar es el uso de los Fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), reducidos en más de 277 mil millones de pesos, al pasar de 323 mil millones al inicio de la administración, a 45 mil millones de pesos al segundo trimestre de 2022 (30 de junio de 2022), lo que representa una reducción del 85.8%.

La bolsa del FEIP se acumuló en los últimos 20 años para proteger a las finanzas públicas cuando ocurran disminuciones de los ingresos del gobierno federal, con respecto a los estimados en la Ley de Ingresos de la Federación del ejercicio fiscal de que se trate (El Universal, 26/09/22, p.A4).
Esto implica dos cosas: la primera, es el engaño acerca de la “eficaz” política fiscal de éste gobierno; y, en segundo lugar, se obligará a recurrir a créditos externos, con lo que las finanzas públicas tendrían que depender de la deuda, escenario que ha negado López Obrador.

Así las cosas, el presupuesto que ejerce el gobierno tiene pies de barro y una simulación de origen, si nos atenemos al comportamiento de la

Ley de Ingresos y el gasto que se pretende ejercer. Sí, orientar el dinero a lo que quiera el señor de Palacio, Queda claro entonces, que, AMLO ha puesto por encima de los recursos para contingencias, su irrefrenable ambición para mantener el proyecto político a cualquier costo, sin importar el endeudamiento umbilical que heredará.

La realidad y los datos exhiben a un mandatario que tiene dos únicos objetivos: repartir recursos masivamente para consolidar sus clientelas por razones electorales; y, satisfacer su enfermiza egolatría, mediante los onerosos proyectos “estrella”.

Por eso, el proyecto de egresos castiga y desprecia a los organismos autónomos y escamotea prioridades para el país: universidades públicas, salarios de profesores, mujeres, infancia, migración, protección ambiental, institutos de salud y premia a quienes le son útiles.

El proyecto obradorista se corona de dos formas: fuerzas armadas con mucho dinero y poder político inédito; y, desmantelamiento del INE, para convertirlo en su apéndice y legitimador de las imposiciones electorales. ¿Hay dudas del modelo autoritario del obradorismo?

@pedro_penaloz