Luego de que en redes sociales circuló la versión de que francotiradores se encontraban vigilando la marcha desde la azotea de Palacio Nacional, Presidencia y el Gobierno de la Ciudad aclararon que se trató de inhibidores de vuelo de drones.

A través de redes sociales, el vocero de Presidencia Jesús Ramírez Cuevas,  precisó que los inhibidores se utilizaron para evitar vuelos sobre Palacio Nacional, un área reservada de seguridad.

“Respecto a las fotografías que circulan de la azotea de Palacio Nacional esta tarde, se precisa que nunca hubo personal armado. Se trató de personal de resguardo que usó un inhibidor de drones tipo Hikvision para evitar vuelos sobre Palacio por ser un área reservada por seguridad”, escribió en twitter.

Más tarde, en entrevista radiofónica, el secretario de Gobierno José Alfonso Suárez del Real confirmó la versión y subrayó que para hacer vuelos en esta área es necesario contar con un permiso especial.

“La información que yo recibí fue precisamente en el contexto de que eran armas para derribar drones”, dijo.

Costaron 3.7 millones de pesos

Por la noche, trascendió que el Gobierno federal, a través de la Secretaría de la Defensa Nacional, gastó 3.7 millones de pesos en cuatro equipos portátiles anti-drone de la marca HIKVISION modelo Uav Jammer.

De acuerdo con la información, se reveló que los inhibidores tienen un alcance mínimo de un kilómetro, operan en un rango de frecuencia de 428-5, 940 Mhz y disponen de una batería que le ofrece una duración de una hora en operación continua hasta 10 horas en modo reposo.