MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

El 25 de diciembre de 2010, los vigentes campeones Los Ángeles Lakers de Kobe Bryant, se enfrentaron al Miami Heat, que recientemente había adquirido a LeBron James en lo que sería el comienzo de una dinastía. Esa Navidad, el pequeño Jaime Jáquez Jr. de tan solo nueve años de edad encendió el televisor y quedó maravillado con el espectáculo montado por dos de las más grandes estrellas en la historia de la NBA.

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Sus padres Ángela y Jaime Sr. se conocieron en la Concordia University Irvine, gracias a que ambos eran un par de enamorados del basquetbol. Echaron raíces en California y dada la cercanía con Los Ángeles, Jaime creció con Kobe y los Lakers como ejemplos de lo que debía hacer en la duela si es que pretendía dar ese salto a la máxima liga de baloncesto en el mundo como no pudo hacerlo su papá.

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Pero aquella fría noche en la que ‘King James’ terminó con 27 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en la victoria por 96-80 contra Los Angeles Lakers y se convirtió en el primer jugador en cuatro décadas y el cuarto en general en ese momento en registrar un triple-doble en Navidad, uniéndose a Oscar Robertson, John Havlicek y Billy Cunningham, marcó para siempre la infancia del pequeño ‘Triple J’.

“Siempre miro desde chico los juegos Navidad, recuerdo ver a Kobe con Lakers y a LeBron con el Heat y ha sido uno de los juegos favoritos que he visto”, recuerda Jáquez Jr. en una videoconferencia con medios hispanos.

El destino quiso que el mexicoestadounidense vistiera la camiseta de ese equipo que marcó su infancia con LeBron, Dwayne Wade y Chris Bosh como punta de lanza. Durante el pasado Draft de la NBA, celebrado el pasado 22 de junio en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, por alguna extraña razón el egresado de UCLA aún estaba disponible en la posición 18 del sorteo; Erik Spoelstra no lo dudó dos veces y fue a por él. Y desde entonces, Jaime ha sido la sensación en la Florida.

“Trato de quitarme peso de los hombros, estar lejos tanto de lo positivo y negativo, porque debo estar mente limpia. Sé que existe esa narrativa, que no juego como novato, quizás porque soy un poco más grande (que jugadores como Chet Holmgrem o Víctor Wembanyama), realmente no lo sé. Yo solo intento jugar basquetbol, mandar un mensaje, dejar mi propia marca y ayudar al equipo a ganar”, analiza el seleccionado nacional en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

Actualmente, Jáquez Jr. promedia 12.9 puntos por juego, 3.6 rebotes por partido y 2.6 asistencias por encuentro en su primera temporada; además de un porcentaje de tiros de 50.5%. Cifras que demuestran su indudable talento pero que también demuestran el respaldo que ha tenido desde el banquillo, bajo el cobijo de un entrenador de abolengo como Spoelstra pero también de las bases que lo sostienen desde su educación temprana.

“Ha sido una suave transición creo. He tenido dos grandes coaches, Mick Cronin y el mejor coach en la NBA. Es una sensación loca estar con estos coaches y cómo me marcaron mi juego, es algo loco. Es trabajo duro, mi abuela y padre me enseñaron que las cosas pasan y debo trabajar duro y ahora estoy en NBA, creo que es de lo más grande que aprendí”, asegura.

Trece años después de aquella Navidad que marcó su infancia, ahora Jaime tendrá la oportunidad de disputar un partido de Boxing Day cuando el lunes se enfrente con el Heat ante los peligrosos Philadelphia 76ers en el Kaseya Center, juego en el que seguramente sumará una considerable cantidad de minutos en pista, luego de que ante las ausencias por lesión de Tyler Herro y posteriormente Jimmy Butler, su presencia en los partidos incrementara gradualmente hasta ganarse la plena confianza del entrenador.

Recién el 1 de diciembre pasado, Jáquez anotó 24 puntos en el triunfo de Miami 142-132 sobre los Indiana Pacers e impuso la marca de más unidades para una mexicano en un juego de NBA. Un hito que lo catapultó a lo más alto del Olimpo del deporte ráfaga en el país azteca.

“Ojalá pueda seguir rompiendo récords. Horacio Llamas, Eduardo Nájera, Jorge Gutiérrez pavimentaron el camino que me permitieron llegar a donde estoy ahora. Ojalá pueda romper el récord de puntos que ya tengo. No es mi meta día con día, pero es lo que el juego permite, pues los récords están para romperse. Quizás otro jugador llega después y rompe el mío. De eso se trata. Espero que no sea la última temporada en la que tenga un desempeño así. Quiero continuar mejorando y, con ello, que más mexicanos estén involucrados en la NBA”, dice el alero de 22 años.

Tal ha sido su efervescencia en la liga, que Jaime no ha tenido tiempo ni de pensar en volver a la Selección Mexicana de Basquetbol junto a los 12 Guerreros. Y cómo iba a serlo, si está postrado en los cuernos de la luna en pleno sueño que tuvo desde niño.

“Veremos en el futuro (si regresa al Tri), no tengo fecha ni cuándo. Es un proceso largo y sé que todo llegará en el mejor momento. Estoy enfocado en mi carrera profesional con el Miami Heat. En el verano probablemente tendremos conversaciones”, dice con franqueza.

El próximo 31 de enero, todo México estará pendiente de lo que ocurra en la Capital del Sol, toda vez que Jáquez Jr. se verá las caras en la duela con su compatriota Juan Toscano Anderson cuando los Sacramento Kings visiten al Heat, un hecho sin precedentes, pues jamás han coincidido dos mexicanos en la misma cancha en un juego de temporada regular.

El 12 de marzo del 2012 fue la única ocasión en que dos aztecas pudieron haber coincidido en una misma duela, cuando Gustavo Ayón con los New Orleans Hornets pudo enfrentar a Eduardo Nájera y los Charlotte Bobcats; sin embargo, ‘Lalo’ no fue convocado. Ahora, dos mexicoestadounidenses tienen la oportunidad de hacer historia juntos.

“Es genial, estoy feliz por Juan con los Kings. Ahora somos dos, pero estoy seguro que en un futuro va a haber muchos mexicanos y latinos en la NBA. Es solo cuestión de tiempo para que muchos más dejen su huella en la liga y me emociona hacer una marca propia aquí”, puntualiza Jaime Jáquez Jr.