POR JESUS TEPEPA

Mirando hacia la nada se encontraron paisajes de inimaginable belleza… en medio de los desiertos vieron almas sonrientes a quienes dedicaron versos etéreos convertidos en sonidos… Enjambre hará suyo el Metropólitan las noches del diecisiete, dieciocho, veintitrés, veinticuatro, así como veinticinco del llamado mes patrio.

“Es un gran gusto regresar a la Ciudad de México porque nos ha dado todo, desde luego muy contentos por estas cinco fechas llenas, eso es muy lindo”.

Los zacatecanos han sembrado la esperanza en sus canciones.

“Es una reacción hacia el entorno el microscopio de la vida cotidiana, metáforas de la vida real con ángulos de diferentes circunstancias quizá hasta surrealistas del día a día, eso sí sin repetirnos ni perder personalidad”.

Algunas incluso narran el devenir con personajes de fábula.

“No son las más abundantes pero sí las hay porque finalmente toda fantasía o lo fabuloso proviene de una realidad que se vive de manera cotidiana y con personas de verdad”.

Para muchos el rock debe tener siempre un compromiso social.

“No damos ningún tipo de lección lo de nosotros es la glorificación de lo ordinario, darse cuenta de los pequeños detalles de la vida; no es nuestra responsabilidad hacer que la gente cambie su manera de pensar”.

El pasado siete de este mes recibieron un Reconocimiento por parte del Senado de la República a su trayectoria y aportación musical.

“Eso no lo pensamos nunca ni siquiera lo llegamos a imaginar porque estamos fuera de nuestro elemento, desde luego es un gran reconocimiento que agradecemos como todos los demás que nos han dado; no somos gente de política pero sí de canción lo único que hacemos es música para expresarnos”.

Esa magia les ha envuelto permeando a quienes les escuchan.

“Queremos dar alegría a la gente ara que pasen momentos de primera calidad con sus seres queridos”.

El Enjambre sigue ofreciendo sus mieles sónicas…

Fotos: cortesía Jorge Rendón