Abrazos, no balazos, un éxito… según Rosa Icela; que la CDMX no está militarizada

22, septiembre 2021

Abrazos, no balazos, es un éxito.

Al menos para la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien ayer hizo un recuento en el Senado de cada uno de los delitos que se cometen en México y todos, excepto el feminicidio, que aumentó 11.9 por ciento, van a la baja.

No obstante, lo justificó al asegurar que coincide con la homologación a nivel nacional, ya que antes se contabilizaban como homicidios dolosos o culposos.

Asegura, precisamente que el homicidio doloso disminuyó 3-5 por ciento de enero a agosto de 2021. Que el secuestro se redujo 46.4 por ciento; que el robo de vehículo cayó 40.6 por ciento; el robo en transporte público 37. 3 por ciento y que el robo a transportista 32.7 por ciento.

¿Qué tal?

Justo cuando, como le dije en la entrega anterior de Día Hábil, México ha rebasado los cien mil muertos cuando aún no se cumplen tres de los seis años de esta administración, cifra trágica que Felipe Calderón, del PAN, sumó en todo su sexenio.

Los asesinatos se concentran en seis estados: Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Estado de México, Baja California y Chihuahua.

Que le pregunten, por ejemplo, a familiares y amigos de los dos hombres que murieron el domingo en un restaurante de Salamanca, Guanajuato, con un paquete bomba.

O a los miles de usuarios del transporte público en el Estado de México, que todos los días son víctimas de asaltos, robos y asesinatos por parte de los delincuentes.

Montarse a una camioneta o a un camión en el corredor que va desde el Toreo hasta la caseta de Tepotzotlán es jugar ruleta rusa.

O Ecatepec. ¡uff!

¿No hablaba de otro país?

Según las cifras que presentó, el robo a casa habitación bajó 28.5 por ciento; el robo a transeúnte 26.3 por ciento y el robo a negocio 23.3 por ciento.

¡Ah!, pero el mayor de los éxitos es en el combate al robo de hidrocarburos: ¡94 por ciento menos desde diciembre de 2018!

Es decir, prácticamente ya no existe.

La ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se acabó.

Hablaron con las mamás de los malandros y, entonces, éstas les jalaron las orejas, los regañaron, y listo.

-No venimos a ganar la guerra, sino la paz, soltó como frase dominguera la periodista vuelta funcionaria pública.

 

Que no hay militarización

Claudia Sheinbaum insiste en repetir todo lo que su protector, Andrés Manuel, dice.

La jefa de gobierno niega militarización del país y de la CDMX, porque, dice, eso significa que se implemente un gobierno autoritario y, en este caso, tanto la Guardia Nacional como el Ejército, sólo brindan seguridad y apoyo.

¿Y entonces los 27 mil elementos distribuidos en las fronteras norte y sur que cuidan los intereses de Estados Unidos sólo son garantes de la paz?

¿Y los convoys militares que recorren todo el país?

Y conste que es pregunta.

 

Vámonos: Qué gusto volver a ver a David Páramo en el noticiario de Ciro Gómez Leyva. El Padre del análisis superior superó un aneurisma y, aunque visiblemente delgado y aún en proceso de recuperación, presentó su sección de finanzas.

¡Remátala, David!

 

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