Adán, sin cubrebocas; Gatell no quiere gastar en pruebas; Banamex, la triquiñuela

12, enero 2022

El día después en Palacio Nacional mostró una imagen distinta: todos llegaron a la conferencia matutina con cubrebocas, pero…

Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, en el lugar de Andrés Manuel López Obrador, se lo quitó para hablar en el atril y ya no se lo colocó sino hasta que finalizó y salió del salón.

El protocolo y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de diversos expertos no le importaron, pese a que estuvo en contacto con López Obrador en días pasados.

Y tal como hizo éste el lunes, habló y habló más de una hora sin proteger a los asistentes.

Jorge Alcocer, secretario de Salud; Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez se lo quitaron y ya no lo usaron.

Delfina Gómez Alvarez, la gris secretaria de Educación, no se lo quitó para hablar. Marcelo Ebrard siempre lo usa(cuando no esta su compa, Andrés).

Hasta el equipo de audio y video y el vocero Jesús Ramírez lo usaron.

No es para menos, porque han convivido de cerca.

 

No se haga prueba… para que no se acaben

López-Gatell repitió el discurso del gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum, luego de las aglomeraciones vistas tanto en laboratorios privados como en las instituciones de salud públicas: si tiene síntomas considérese contagiado y confínese.

Y cuando ya se sienta bien tras tomar tés y untarse VapoRub en el pecho y espalda , ¡bingo!

Está curado.

El mejor funcionario del mundo mundial – lo dijo Andrés Manuel, no yo, conste- nuevamente desinforma y envía mensajes que confunden al pueblo bueno y sabio.

En Estados Unidos el llamado del sector salud es a realizarse pruebas incluso hasta sin síntomas, si se sabe que se estuvo en contacto con alguien que dio positivo, aunque sea asintomático.

Aquí, todo lo contrario.

Mientras, el nuevo pico de contagios alcanzó 33 mil 636 ayer.

Y vamos por los 40 mil, ¿por qué no?

Total, es un covidcito.

 

Vámonos: La venta de Banamex Accival a Citigroup allá por 2001 fue una triquiñuela de las grandes, de las que no tienen perdón.

¿Lo recuerda?

El socio principal, Roberto Hernández Ramírez, el que le prestó su isla a Vicente Fox Quesada para descansar con la family, hizo la operación vía la Bolsa Mexicana de Valores para no pagar el respectivo ISR (Impuesto Sobre la Renta) por la ganancia.

Y así se quedó, impune.

Hernández Ramírez es uno de los beneficiarios de Carlos Salinas de Gortari, cuando privatizó la banca.

Ayer, Citi anunció que vende Banamex.

Que se queda sólo con los peces gordos.

Que su cuenta de nómina o la mía no le importan.

A ver si pagan impuestos.

 

albermontmex@yahoo.es              @albermontmex