GERSON HERNÁNDEZ MECALCO
El uso de las redes sociodigitales en una campaña electoral es un factor más, que no determina qué pensar y mucho menos decreta la movilización a favor de una lucha ideológica; pero sí puede contribuir —en el mejor de los casos— a que se discutan los temas que nos interese promover. Por ejemplo, un crítico del Presidente no cambiará su postura a pesar de que todos los días observe las mañaneras; como tampoco se modificarán las opiniones de Gerardo Fernández Noroña o Epigmenio Ibarra si observan las respuestas de Xóchitl Gálvez a los desencuentros con Palacio Nacional.
Lo anterior, se estudió en los Estados Unidos desde los 40´ con el enfoque de las Ciencias de la Comunicación; cuando se planteó la teoría de los efectos limitados, que corrobora el fracaso de los mensajes persuasivos ante las “opiniones preexistentes de la audiencia y su gusto por los mensajes afines”. Recientemente en épocas electorales, diferentes consultores “vende espejitos mágicos” exponen propuestas rimbombantes donde sobredimensionan los efectos de los algoritmos electorales. Pero veamos:
Un algoritmo en Facebook es una clasificación personalizada, información con calzador a la medida de los perfiles de los usuarios. Teóricamente es “un conjunto de directrices que determinan cómo se clasifica el contenido en la plataforma. Decide el orden en que el contenido aparece en el feed a cada usuario individual… el algoritmo evalúa y clasifica cada publicación y anuncio, que se mostrará en orden no cronológico en función del interés de cada usuario”.
Recientemente en el estudio: “Los primeros hallazgos arrojan luz sobre el papel de los algoritmos de las redes sociales en las elecciones de 2020”, codirigido por Talia Stroud de la Universidad de Texas en Austin y Joshua Tucker de la Universidad de Nueva York, publicada en la revista Science (https://moody.utexas.edu/news/socialmediainelections ) se corroboró nuevamente la teoría de los efectos limitados de hace 83 años, al concluir que el algoritmo de Facebook tienen un efecto en los vídeos, noticias y comentarios que las personas observan en sus feeds.
Se estudió el comportamiento de los electores en la plataforma durante las elecciones de los Estados Unidos, donde se expuso que eliminar funciones claves de Facebook, como compartir contenido en contra de un candidato, no afecta en las creencias políticas de los usuarios, ya que estos mensajes solo fortalecen las opiniones previamente establecidas. Otra conclusión es que el consumo del contenido está segregado por audiencias liberales y conservadoras; y estas últimas consumen más noticias falsas, ya que el 97% de los links con fake news en su mayoría atrajeron las simpatías de los partidarios de Donald Trump.
En nuestro país, las disputas en los partidos políticos para definir a sus representantes electorales para el 2024, nos hacen reflexionar lo siguiente: 1.- ¿Las campañas en redes determinarán los resultados electorales?, la respuesta es no; 2.- Si para los más estúpidos ¡La televisión hace presidentes!, en la actualidad ¡TikTok hará presidentes!, y 3.- ¿Será más importante hacer vídeos en las redes, que visitar y convivir con los mexicanos de los más de dos mil 400 municipios del país? Los algoritmos de Facebook influyen, pero no cambian las creencias y comportamiento político de los electores. Al tiempo.
Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco
