Andrés Manuel López Obrador no podía dejar pasar la oportunidad y la aprovechó.
El Instituto Nacional Electoral (INE) mandó a hacer una encuesta que arrojó como resultado poco favorecedor:

El 78 por ciento de los consultados dijo estar de acuerdo con una reforma electoral, que implica un cambio en el instituto y que, además, mediante el voto popular se elija a los consejeros.

Como acostumbra, López Obrador se lanzó con todo y dijo que el presidente de INE, Lorenzo Córdova Vianello, da pena ajena al asegurar que “porque la encuesta se hizo hace dos meses y, seguramente, la situación ya cambió”.

Y pidió una nueva encuesta para saber si coincide el resultado.

El consejero presidente reviró:

-Está claro que hay un intento de descalificar al INE por parte del presidente, pero no, el instituto no caerá en los juegos de los políticos. Mario Delgado, el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tampoco dejó ir la oportunidad y anunció que su partido sí hará una
encuesta.

AUMENTA LA PRESIÓN Y ACELERA EL PASO

Adán Augusto López Hernández aceleró ayer su trabajo de presión -convencimiento le llaman los exquisitos de la polaca- a los congresos estatales, con el tema de la reforma electoral y, de paso, la militar, esa que permite que el Ejército y las Fuerzas Armadas se mantengan en las calles hasta 2028.

Ambas son reformas constitucionales, por lo que se necesita del voto de dos terceras partes de los legisladores presentes en el Congreso federal y en los estatales para ser aprobada.

Por cierto, el secretario de Gobernación dijo que se negocia la electoral con el PAN y con el PRI.

-¿Será cierto o es sólo un anzuelo para que muerda el pez?, se escuchó en radiopasillo.

GUANAJUATO LA BATEA

El estado que gobierna el Partido Acción Nacional (PAN) vía Diego Sinhue Rodríguez es el primero que batea la reforma militar.

Sí, la que deja al Ejército en las calles.

El gobierno federal quería que se aprobara en todos los estados del país y en la CDMX, pero ya no sucedió así.

SALE MURILLO KARAM

Jesús Murillo Karam dejó el hospital de Cardiología.

Fue trasladado al Hospital de Especialidades Belisario Domínguez para continuar la atención.

El ex titular de la extinta Procuraduría General de la República (PGR)
en el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene graves problemas de salud y está preso acusado de desaparición forzada, tortura y obstrucción a la justicia por el caso Ayotzinapa.

Le imputan construir una verdad histórica que no es ni verdad ni histórica.

Así como ahora sucede con el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, que utilizó más de la mitad de 400 pantallazos de WhatsApp falsos -cuando menos poco confiables- como prueba para su conclusión.

-Para su verdad histriónica, que no convenció ni a él, porque así se lo dijo en entrevista al diario The New York Times, aunque después lo negó, se escuchó en radiopasillo.

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