PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cortesía Cámara de Diputados

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad con modificaciones el dictamen para aumentar de seis a doce días el periodo de vacaciones para todos los trabajadores en México, pero al hacerle cambios regresará al Senado, donde será avalado el próximo martes, para que entre en vigor el 1 de enero.

Ante la presión de los sindicatos, que cercaron el palacio legislativo de San Lázaro, y de los senadores, que advirtieron que no aceptarían modificaciones regresivas a la propuesta, finalmente ambas cámara se pusieron de acuerdo y lograron un dictamen de consenso, que será avalado tanto en Cámara de Diputados como en la de los senadores.

“Del total del periodo que le corresponda, conforme a lo previsto en el artículo 76 de esta Ley, la persona trabajadora disfrutará de doce días continuos, por lo menos.

Dicho periodo, a potestad de la persona trabajadora podrá ser distribuido en la forma y tiempo que así lo requiera”, quedó establecido en la redacción que fue consensuada.

Y es que además, de los sindicatos, en redes sociales se armó una intensa campaña para exigir que esta reforma legal sea aprobada y entre sea publicada, para que entre en vigor de inmediato.

Originalmente, los diputados de Morena habían aprobado una modificación a la iniciativa, con la cual sólo se garantizaban seis días seguidos sin actividades, y los restantes a consideración del empleador.

El cambio generó una serie de críticas en contra de los diputados, quienes finalmente, en coordinación con los senadores, determinaron que los trabajadores podrán disponer de sus días de vacaciones de la manera que mejor les convenga.

Con esta reforma legal, después del primer año laboral el trabajador gozará de 12 días de vacaciones, para el segundo, 14 días; a partir del tercero, 16 días; el cuarto, 18 días; a partir del quinto, 20 días.

Posteriormente, a partir del sexto año, el periodo de vacaciones aumentará dos días por cada cinco de servicio hasta alcanzar los 30 días, y de ahí hasta llegar a los 32 días de descanso obligatorio por 35 años de servicio.

El diputado de Movimiento Ciudadano, Sergio Barrera Sepúlveda, uno de los impulsores de la propuesta expresó que México es el país que menos vacaciones otorga, por lo que es necesario modificar la ley.

“Desde 1970, año en que fue publicada la Ley federal del Trabajo, nunca se había hecho alguna modificación por concepto de vacaciones.

La deuda histórica es evidente y reconozco que, como en muy pocas ocasiones, se logró un acuerdo entre todas las representaciones en este Congreso para dar un paso al frente en la lucha por los derechos laborales en nuestro país.

Fue un paso pequeño, pero sin duda, es un gran paso”, dijo.

La petista Margarita García, secretaria de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, calificó de histórica esta medida, porque desde la promulgación de este marco normativo nunca había sido reformado lo relacionado con las vacaciones.

“Estamos convencidas y convencidos que ésta era una deuda que teníamos con las trabajadoras y trabajadores, ya que ningún gobierno anterior lo había tocado y aceptado, porque los intereses primordiales eran solamente para la clase más alta”, señaló.

El priista Teresa Medina señaló que, según datos oficiales, las personas en México trabajan una cuarta parte más que el promedio de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sin embargo, esto no genera mayor productividad o desempeño de las personas.

Por ello, enfatizó la importancia de equilibrar el sistema de descanso y darles a las personas 6 días más de manera continua para que de conformidad y base de cualquier contrato privado se incluya este noble derecho humano laboral de las y los trabajadores.

El presidente de la Comisión del Trabajo, Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, destacó que la visión de la cuarta transformación ha sido lograr la justicia laboral.

“Las vacaciones de las personas trabajadoras no son un privilegio, son un derecho humano, un derecho que resulta fundamental para su desarrollo.

Las oportunidades de descanso y recreación a disposición del trabajador son fundamentales para el bienestar social, económico de cualquier nación y son esenciales para elevar la calidad de vida de todo trabajador”, concluyó.