La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió aumentar el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día (tasa de interés de referencia) en 25 puntos base, por lo que pasó de 4.25 a 4.50 por ciento.

Ello, se explicó en el comunicado de anuncio de política monetaria, en un contexto en el que si bien la recuperación de economía mexicana continúa, la inflación sigue siendo alta, aunque se espera que para el primer trimestre de 2023 converja con el 3.0 por ciento estimado por el instituto central.

Este es el segundo aumento consecutivo que el banco central hace a la tasa de interés desde el 24 de junio, cuando la llevó del 4 por ciento al 4.25 por ciento.

“Se consideró necesario reforzar la postura monetaria a fin de evitar afectaciones en las expectativas de inflación y propiciar un ajuste ordenado de precios relativos y la convergencia de la inflación a la meta de 3.0 por ciento”, argumentó.

Por primera ocasión, se informó en primera instancia que votaron a favor de aumentar la tasa el gobernador Alejandro Díaz de León Carrillo, así como los subgobernadores Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath, mientras que Galia Borja Gómez y Gerardo Esquivel Hernández votaron a favor de mantenerla en 4.25 por ciento.

El Banxico señaló que la inflación global y las afectaciones en las cadenas de suministro y en los procesos productivos de diversos bienes y servicios han presionado a la inflación general y subyacente, que registraron en julio pasado, tasas anuales de 5.81 y 4.66 por ciento, respectivamente.

Señaló que si bien se prevé que los choques que han incidido  en la inflación sean transitorios, por la diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que la han afectado, pueden implicar un riesgo para la formación de precios, por lo que se consideró necesario reforzar la postura monetaria a fin de evitar afectaciones en las expectativas de inflación y propiciar un ajuste ordenado de precios relativos y la convergencia de la inflación a la meta de 3.0 por ciento.

Asimismo, el instituto central observó que las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 volvieron a aumentar, y las de mediano y largo plazos se mantuvieron relativamente estables en niveles superiores a la meta y las actualizaciones de las trayectorias esperadas para la inflación general y subyacente son más elevadas que las publicadas en el último informe trimestral.

De nueva cuenta, el Banxico prevé que la medición anual de la inflación general y subyacente disminuya especialmente a partir de horizontes mayores a un año y que converja a la meta de 3.0 por ciento en el primer trimestre de 2023.

Se estima que los principales riesgos para que se presente una inflación más alta se relacionan con presiones inflacionarias externas; presiones de costos; persistencia en la inflación subyacente; depreciación cambiaria; y aumentos en los precios agropecuarios.

El instituto central resaltó que los mercados financieros nacionales han mostrado estabilidad en la cotización del peso y aumentos en las tasas de interés, particularmente en las de corto plazo, mientras que la recuperación de la economía mexicana continuó durante el segundo trimestre y se prevé que se mantenga para el resto del año, aunque persisten riesgos por el aumento en los contagios por Covid-19.

“Si bien la pandemia ha complicado la evaluación de la economía, se prevén condiciones de holgura con marcadas diferencias entre sectores”, afirmó el Banxico.