Con el inicio de 2023, la batalla por el Estado de México se hará oficial.

Movimiento Regeneración Nacional (Morena) presentará, ahora sí, como candidata a Delfina Gómez Álvarez, quien ha flotado de un lado en abierta campaña disfrazada.

Tras dejar la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde tuvo un desempeño gris, como ella, fue nombrada coordinadora de los comités de Morena en el Estado de México, una figura inexistente para burlar la ley, porque el año electoral comenzaba hasta 2023.

Ahora.

Volvió al Senado para hacer tiempo, mientras su coordinador de la campaña, Horacio Duarte, que también soñaba con ser el candidato, se la ha pasado igualmente en abierta e impune promoción, principalmen­ te en twitter, desde donde maneja el brillante eslogan Vamos por la batalla maestra, en clara alusión a Delfina, que comenzó su carrera co­mo profesora.

Pero en Palacio Nacional hay preocupación.

Saben que tienen ventaja, pero con la alianza Va por México del PRI, PAN y PRD ésta se reduce.

Y así lo muestran ya las primeras encuestas internas de 2023.

Si a ello se suma que el eterno acomodaticio Partido Verde Ecologista, que ni es partido ni es verde ni, mucho menos, ecologista, más bien trepador y convenenciero, irá solo, el panorama se oscurece.

Eso ha dicho, falta que cumpla.

Que no hará alianza, lo que conviene a Va por México y perjudica a Morena y sus rémoras.

Andrés Manuel López Obrador, colmilludo, sabe que la alianza o coa­lición que en 2021 arrebató nueve de dieciséis alcaldías a Claudia Shein­baum en la Ciudad de México (CDMX), bastión de la presunta izquierda desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección para jefe de gobierno, presenta un alto grado de complicación.

Cabe recordar que el llamado Corredor Azul en el Estado de México también regresó a las manos de la alianza, entre otros municipios mexi­quenses, lo que pinta un panorama nada fácil para el partido oficial.

Horacio Duarte, Delfina Gómez e Higinio Martínez integran el llamado grupo o Cártel de Texcoco, que domina la zona oriente del Estado de México.

Los tres fueron presidentes municipales.

Delfina cobraba diezmo a los trabajadores del municipio, para entre­ garlo a Andrés Manuel y financiar al entonces incipiente partido more­nista. Un esquema de triangulación ilegal.

Y hasta sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Fede­ ración (Trife, para más fácil) existe.

Comprobado está.

Eso será clave para que PRI, PAN y PRD, en caso de mantener la alianza, exhiban a la abanderada morenista y, sobre todo, al partido.

El Estado de México, como la Ciudad de México, están divididos entre quienes votan y votarán por Va por México y por Morena.

Es izquierda­derecha.

Mario Delgado Carrillo, líder de los guindas, hará oficial hoy que Del­ fina es la candidata.

Vámonos: Ahora resulta que la Fiscalía capitalina no ha dado a conocer posición alguna en torno a la tesis plagiada a Edgar Ulises Báez Gutié­rrez, que se tituló en 1986 como licenciado en derecho por la UNAM.

La sospechosa y presunta copiona es la ministra Yasmín Esquivel Mossa. Vaya descaro.