Culiacanazo 2, visita de Biden y elección del Edomex y 2024

6, enero 2023

En política no hay coincidencias.

La captura de Ovidio Guzmán López El Ratón a cuatro días de que Joe Biden venga a México para reunirse con Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau, no es asunto trivial.

Plausible, por supuesto.

Extraña, también.

Porque el gobierno federal sabía y sabe perfectamente dónde están y cómo operan impunemente los capos del narcotráfico.

Principalmente de el Cártel de Sinaloa, también llamado Cártel del Pacífico.

Cómo y dónde viven los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, socio de Ismael El Mayo Zambada, en ese cártel.

A diferencia del fallido operativo a plena luz del día del 17 de octubre de 2019, cuando Ovidio, heredero de El Chapo, preso en Estados Unidos, fue detenido y liberado por orden de López Obrador, esta vez sí se actuó de madrugada.

Cuando todos duermen.

Cuando difícilmente se pone en riesgo a la población, a los civiles. Porque, entonces, se argumentó que lo soltaron porque había amenazas de ataques a civiles, a la zona habitacional de militares.
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Habrían muerto al menos 200 civiles inocentes, diría Andrés Ma­nuel cuando reconoció que él dio la orden de liberarlo, pese al ridículo que significaba.

El secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, aseguró en conferencia de prensa ayer en las instalaciones de la Secretaría de Segu­ridad, que la captura es producto de una labor de inteligencia de seis meses.

¿Le creemos?

Si fue casi por casualidad.

Dijo que detectaron un convoy de vehículos blindados artesanal­mente ­de esos que hacen los herreros con placas de acero soldadas­ y que al detenerle para una inspección ¡zas! comenzó un tiroteo en el que se descubrió a Ovidio entre los pasajeros.

Y se desataron, de nuevo, los bloqueos, la quema de vehículos, y, prácticamente, un toque de queda, porque salir a la calle en esos mo­mentos era jugarse la vida.

En la conferencia de prensa no se aceptaron preguntas.

¿Por qué?

¿Porque no sabían qué decir, cómo explicar, qué razón dar?

O porque no pensaban presentar a Ovidio, por razones desconocidas. La única foto que se conoció hasta la medianoche circuló en redes y se la atribuyeron todos y nadie.

Con barba y un corte de cabello distinto al de 2019.

Cresencio Sandoval, con cara de doliente de funeral y no de líder en conferencia para presumir el exitoso operativo y la labor de inteligencia, dijo que es el golpe más contundente a la cúpula del Cártel  del Pacífico. Sin duda, la captura del hijo de El Chapo, acaso el menos violento de Los Menores o Los Chapitos ­Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, y Joaquín Guzmán López, son sus hermanos significa puntos para Andrés Manuel, quien saluda de mano a la madre de El Chapo, María Consuelo Loera Pérez.

Reitero: en política no hay coincidencias.

No hay que olvidar la elección de este año en el Estado de México y la de 2024 para la Presidencia.

Vámonos: Mientras, Estados Unidos somete de nuevo a México: reci­birá 30 mil migrantes al mes, expulsados por entrar ilegalmente a ese país. Sí, este país es su patio trasero.