De La Estafa Maestra a la estafa, maestra; dividir al PRI y a la alianza es el objetivo

19, enero 2022

Andrés Manuel López Obrador defendió ayer a Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública, y hasta dijo sentirse orgulloso de ella.

Igualito que cuando aseguraba que Hugo López-Gatell Ramírez era el mejor funcionario del mundo y éste, sentadito en una austera silla de la mañanera, sólo sonreía embelesado y extasiado, así ayer Delfina volteaba hacia Andrés Manuel con una mirada de agradecimiento, porque éste la defendía como un padre amoroso a su hija.

Así.

Y el discurso del tabasqueño dejó bien claro que si defendió a Félix Salgado Macedonio de las acusaciones de violación y abuso sexual, esta vez no será distinto.

Dice que esa denuncia se presentó cuando fue candidata a gobernadora del Estado de México en 2017 y que no tuvo efectos.

Pero ¡oh, sorpresa!, sí los tuvo.

Cinco años después, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) concluyó que, efectivamente, el ayuntamiento que Delfina presidía, Texcoco, cobró el diezmo, hizo ese descuento, a los trabajadores del municipio y lo entregó al partido que inventó Andrés Manuel y que regentea: Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La triangulación fue a través del Grupo Acción Política, al que pertenecía Gómez Álvarez.

La Sala Superior del TEPJF confirmó por unanimidad el 12 de enero la sanción de 4 millones 529 mil pesos a Morena, “por haber omitido el reporte de ingresos en 2014 y 2015, a partir de la utilización de un esquema de financiamiento paralelo para apoyar sus actividades ordinarias, mediante la retención de un porcentaje del salario de los trabajadores del municipio de Texcoco y del Sistema del Desarrollo Integral para la Familia (DIF) de ese municipio, por un monto acreditado de 2 millones 264 mil 612 pesos”.

Así, claro y contundente, el fallo del Trife, que confirmó la sanción impuesta por el INE, con base en las diversas pruebas.

¿Un “No te preocupes Rosario” versión 2022?

Rosario Robles Berlanga escuchó esa frase de respaldo de Enrique Peña Nieto en Veracruz, en abril de 2013 y, ahora, Delfina de Andrés Manuel López Obrador.

Así, como se dice en las redes sociales, vamos de La Estafa Maestra –en la que se acusó a Robles- a la estafa de la maestra.

 

Divide y vencerás

Esa es la estrategia de López Obrador.

Por eso ha incorporado a ex gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a su administración, con cargos en el servicio exterior.

Porque el objetivo es fracturar no sólo al partido sino a su alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), esa que le arrebató más de la mitad de las alcaldías de la CDMX y el otrora Corredor Azul en el Estado de México, que se tiñó de marrón en 2018.

Sabe perfectamente que, como decía Vito Corleone en la película El Padrino, a los gobernadores y gobernadoras les hará una propuesta que no podrán rechazar.

El tabasqueño utiliza todas las artimañas a su alcance para aplanar el terreno rumbo a 2024.

Y aquí no se trata sólo de pulverizar, aunque esa sea la prioridad, sino de mantener el control sobre los gobernadores salientes, después de someterlos para que entregaran o entreguen sus estados.

No es fácil enfrentar una ofensiva del gobierno federal –malo para administrar pero, finalmente, con el poder en las manos- y del gobierno entrante en cada entidad, en la que entre abrazos y no balazos se les deslice así, suavemente, un coopelas o cuello.

Es decir: o aceptas lo que te ofrezco o serás sometido o sometida a una investigación de todo tu gasto en el sexenio, que podría llevarle al fresco bote.

Maquiavelo era un bebé de pecho comparado con Andrés Manuel, como dice, precisamente, él.

Así tiene en la bolsa a Quirino Ordaz Coppel; a Claudia Pavlovich, a Carlos Miguel Aysa González, a Alejandro Murat Hinojosa y a Omar Fayad Meneses.

Alejandro Alito Moreno Cárdenas, ex gobernador de Campeche y líder nacional del PRI, amenazó con expulsarles del PRI si aceptan hueso.

Y ellos, créame, no pueden dormir.

 

Vámonos: Samuel García y su esposa, Mariana Rodriguez, son un insulto a la inteligencia. Sacar a un bebé para burlarse de él, porque no lo adoptaron, sólo lo usaron, no tiene madre.

Están peor que El Bronco.

Por eso votaron los neoleoneses.

 

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