RITA MAGAÑA

Foto: Cuartoscuro

El PAN en el Senado acusó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de hacer el “trabajo sucio” e ilegal al gobierno federal en su propósito de desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y demandó que su titular Rosario Piedra Ibarra se separe del cargo por notorio conflicto de Interés.

Los panistas, en voz de la vicecoordinadora de la bancada del PAN, Kenia López Rabadán, recordaron que el viernes pasado la CNDH publicó en el Diario Oficial de la Federación la recomendación general 46/2022, la cual busca que desde el Poder Legislativo se destruya al INE.

López Rabadán criticó que la CNDH emitiera una recomendación, de manera irresponsable, al Congreso de la Unión de dañar al árbitro electoral.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos reprobó que la ideología prevalezca por encima de la ley en esa institución, ya que la CNDH no tiene competencia tratándose de asuntos electorales y jurisdiccionales, pues así lo establece el artículo 102 apartado B de nuestra Constitución.

“Una vez más la señora Rosario Piedra demuestra que obedece a los intereses del gobierno de López Obrador y no cumple con su mandato constitucional.

“No solamente ilegalmente, sino inmoralmente, la CNDH hace el trabajo sucio del gobierno de Morena. Es inadmisible que el órgano autónomo defensor de los derechos humanos se preste a replicar las mentiras que se dicen desde el Ejecutivo Federal”, expresó.

Por ello, insistió en que es necesario que Piedra Ibarra se separe del cargo, ante el notorio conflicto de interés por el documento público que firmó de manera irresponsable.

Mencionó que a los mexicanos les ha costado años de lucha contar con instituciones imparciales, con un sistema en el que cada voto cuente y que se garantice la democracia en nuestro país.

Destacó que se le logró arrancar al gobierno el poder de decidir sobre quiénes ganaban o perdían las elecciones, y tal parece, que a ese pasado es al que quiere regresar la CNDH.

Dijo que lamentablemente el papel que se hace desde el órgano garante de derechos humanos es terrible.