La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) confirmó que fue detectado un brote de COVID-19 en el penal femenil del municipio de Escobedo en Nuevo León, donde al menos 30 internas presentan síntomas de la enfermedad.

Ante el peligro de que el contagio se propague, el organismo pidió a la Agencia de Administración Penitenciaria que adopte las medidas necesarias para evitar que la enfermedad alcance a los niños que viven ahí con sus madres y a las mujeres embarazadas.

Luego de ser detectados los casos estos fueron aislados y se les otorgó medicamentos y están siendo monitoreadas en cuanto a su temperatura y niveles de oxigeno.

Solo una persona de 30 ha presentado bajos niveles de oxigenación pero está estable de acuerdo a la información proporcionada.

“La situación de salud que guardan las mujeres privadas de la libertad referidas es estable, presentándose en la mayoría de ellas una evolución adecuada, con excepción de una persona que permanece bajo atención médica hospitalaria por la disminución de niveles de oxígeno, que sin embargo se encuentra evolucionando favorablemente”.

Asimismo, la CEDH de NL, emitió medidas cautelares a la Agencia que administra los penales, para que se tomen medidas urgentes, sobre el posible contagio de 30 personas y otros 20 casos sospechosos, descubiertos el pasado 17 de agosto en el Centro de Reinserción Social femenil, ubicado en el municipio de Escobedo.

Además, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos pidió a la Administración Penitenciaria que valore el traslado de las infectadas, o de quienes presenten síntomas, a un hospital para su debida atención, y se pide que se realice un diagnóstico de contagiadas que hayan tenido contacto con el resto de las internas y el personal.