Serviles. Así son los diputados y senadores de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

-Venimos a escuchar su mensaje y a decirle que estamos para servirle. Muchos dicen que somos serviles al presidente, si eso es como lo piensan

¡a mucha honra!, dijo la diputada Yeidckol Polevnsky, ex dirigente del partido que inventó y dirige Andrés Manuel López Obrador.

Jamás una palabra mejor utilizada.

Serviles, tapetes, agachones, levantadedos.

Eso son los legisladores morenistas.

Prueba de ello, la reforma constitucional para que el Ejército se quedara en las calles hasta 2028.

O la aprobación del Plan B, mal llamado reforma electoral, para ahogar al Instituto Nacional Electoral (INE) con un recorte de 3 mil 500 millones de pesos, que se suman a los 4 mil que le quitaron en el gasto 2023, además de la compactación de áreas y la eliminación de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), entre otras gracias.

Ahí, en Palacio Nacional, sentaditos ante su ídolo, ante su padrino -gracias a él tienen cargo y beca- aplaudiendo a rabiar sus chistoretes. No podía faltar la exaltación de sus hermanos, nuevamente, los aspirantes a la candidatura presidencial en 2024, así como el llegue a Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, quien ha dicho que quiere ser el bueno para las elecciones.

-Tengo aquí a mi hermano Marcelo, a mi hermano Adán y a mi hermana Claudia.

Me voy a ir muy tranquilo, mucho muy tranquilo porque voy a entregar el mando a una mujer, a un hombre con principios e ideales, con profesionalismo.

Miren nada más, algunos piensan, se puso de moda de que cualquiera puede ser gobernador, presidente, no.

En política suele pasar que se tienen amigos de mentira y enemigos de verdad y los que hablan mucho de lealtad y sin tener principios e ideales a la primera traicionan, dijo en clara alusión a Monreal, quien votó en contra del Plan B.

Los vividores de la fama de López Obrador aplaudieron y sonrieron a rabiar. El que también aprovechó para desmarcarse, como Judas, fue Alejandro Armenta.

-No hay aspiración personal, por legítima que sea, que esté por encima de la 4T, dijo. Para eso me gustaba.

AUTOATENTADO

Apenas se lo dije en la entrega del martes de esta columna, pero debo abordarlo de nuevo.

Andrés Manuel está fuera de sí.

Ayer volvió a culpar a los periodistas de los males que vive en su gobierno y hasta utilizó textual la palabra autoatentado para calificar el ataque a tiros en contra del periodista Ciro Gómez Leyva.

Luego, como siempre, quiso arreglar al asegurar que no es que Ciro haya planeado, sino los adversarios de su gobierno para perjudicarlo.

Cuánta mezquindad y ganas de victimizarse.

Vámonos: Que se cayó el sistema a la empresa abusiva Ticketmaster. Que no fue sobreventa ni nada ilegal en el concierto de Bad Bunny.

Ahora, los al menos dos mil afectados deben exigir el reembolso no sólo del total del boleto, sino los gastos de impresión, de emisión y más.

¡Ah, y el 20 por ciento de indemnización!