La diabetes acabó con Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta.

Gobernador de Puebla por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), luego de un accidentado doble proceso electoral cuando el Partido Acción Nacional (PAN) controlaba el estado con Rafael Moreno Valle, un mandatario que tenía sangre priista en las venas.

Su abuelo fue gobernador también, con los colores del Partido Revo­ lucionario Institucional (PRI) a finales de la década del sesenta y princi­ pios de la del setenta.

El Luismi del Senado, como siempre le llamé, y le gustaba, desde que fue senador y coordinador de los legisladores del Partido de la Revolu­ ción Democrática (PRD) en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue polé­ mico.

Y hasta contradictorio.

Será recordado, sin duda, por aquella desafortunada frase después de la muerte de Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso, en­ tonces gobernadora por herencia del priista­panista.

­Para llegar a ser gobernador, yo hago alegorías, y digo: fue el sitio de Puebla. Diecinueve meses nos tardamos para llegar al 2 de junio de 2019, y la lucha fue a machetazos, porque nos querían extinguir. No pudieron detenernos y con ayuda de ustedes ganamos.

Y así fue como ganamos en muchas partes del estado, todos los que ganamos el primero de julio de 2018, porque yo gané, me la robaron, pero los castigó Dios, dijo en clara referencia a la gobernadora y al senador muertos. Se unió a Morena, pese a que siempre criticó a Andrés Manuel López Obrador.

Hoy ha muerto a los 63 años de edad.
Ayer, el manejo de la información en Puebla fue desaseado.
Desde la mañana del martes se conoció que el gobernador había sido hospitalizado, luego de un fin de semana con complicaciones de salud. El gobierno estatal mintió.

A las 11:07 de la mañana emitió un comunicado en el que decía que estaba hospitalizado, sí, pero estable.

Ya había muerto.

Murió cuando lo trasladaban a la CDMX en un helicóptero.

A las 3:29, Andrés Manuel tuiteó que había perdido la vida su amigo. Ahora será la secretaria de gobierno, Ana Lucía Hill Mayoral, quien asuma la gubernatura de forma interina hasta que el Congreso estatal designe un nuevo gobernador.

Descanse en paz El Luismi del Senado.

SEXTA OLA DE COVID Y NO VACUNARSE

Hugo López­Gatell Ramírez reaparece. Y lo hace para reconocer que México atraviesa ya la sexta ola de Covid­19.

Por supuesto, minimiza la gravedad del caso, al asegurar que hay menos hospitalizaciones y muertes que en las anteriores. De paso repite el discurso cuando se aplicaban las vacunas contra C­19, hoy contra in­ fluenza: los jóvenes y los niños no la necesitan, le quitan ese derecho a quienes sí las requieren.

Vámonos: Hasta hoy se votará en el pleno el Plan B de la reforma electoral. Ayer Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de More­na, lucía descompuesto. Sonreía nervioso.

De esta votación dependerá su relación con López Obrador, su soñada candidatura presidencial que el mundo sabe jamás será en Morena y hasta la estancia en el partido.